O faiado: Espazos

O vello Liceo

Situado na rua Padre Feijoo, a entrada principal por Edelmiro Trillo, o lateral que se vé, pra entendernos daba frente a o comercio da Chichirica.

A dereita vemos un trozo da casa dos Abalo, que se botou abaixo pra facer o edificio Lara.

En esta foto también se ve la “Casa del Cura”, la antigua, antes de que fuera sustituida por otra tipo chalet.
Allí vivia D. Francisco Chantada profesor de Religión del Instituto
Comentario por Paco Salgado (07-05-2009 21:45)

Esta foto la ví hoy por primera vez. Amplié la página casi al máximo que pude y esta era mi madre. El traje también lo reconozco.
Comentario por Joaquín (19-06-2009 18:47)

Edificio dos Tres Hermanos

Entrañables recuerdos para mi de este lugar. Recuerdo la construcción de la casa de los Tres Hermanos. Yo viví durante los primeros 9 años de mi vida en la casa que se ve al fondo y que luego fue destruida para construir el Liceo. El portal estaba enfrente de la Policia Municipal y Comisaría de Policia. En el bajo estaba Santa Lucia con los Sres. Mesejo, Cascallar y Cuervo. Recuerdo a Luisa Mesejo, gran amiga nuestra, en la tienda de Santa Lucia. En el bajo de la casa también estaba el bufete del abogado Ricardo Alvarellos que vivia en el 1º piso. Tambien vivia Chano el de la Tabacalera. Despues de Alvarellos vivió Pedro Vila, Secretario del Juzgado
Comentario por Paco Salgado (07-05-2009 21:03)
Paco: No te acuerdas un balón de BADANA que tenia yo. Habia que hincharlo de vez en cuando por aquel pitorro y ¡como no! a pedir permiso al Sr. Manolo para que nos lo hinchara con el compresor que tenian al lado de la puerta para hinchar las ruedas de los coches.
Después de tanto tiempo pidiendo, ya nos dió permiso para hacerlo nosotros solos.
Comentario por Joaquín (19-06-2009 18:27)
Recuerdo el balón de Joaquín que él llama de badaba pero entonces yo le llamaba de cuero. A los Reyes del año siguiente yo tuve otro equivalente. Después de jugar lo limpiaba como los zapatos, ¡que tiempos!
Recuerdo que jugábamos en el “campo da fonte” detras del ayuntamiento sin la 1ª ampliación.
Allí había, además de la fuente, un kiosko que era una “tienda para todo”.
¿Recordais los fielatos?
Comentario por Paco Salgado (07-07-2009 18:01)
Los fielatos de arbitrios fueron suprimidos el 1 de octubre de 1962
Comentario por javier bouzada (19-09-2009 17:02)

A tenda era un estilo ultramarinos, estaba no edificio da ” chepa ” ¡chamabanlle así ! era de Pepita e Moncho Porto, tiñan alí a vivienda, Pepita tiña unha maquina de coser cá que facía bordados, lembrome dun santo metido nunha urnia, SAN FELICISIMO entre unhas cuantas veciñas tiñan coma unha cofradía e o levaban de casa en casa a ” presidenta ” era señora Catalina, entre elas estaba Lourdes Lores que o poñia enrriba da nevera e alumbraballe cunha ” palomita ” nun vaso de aceite. Para gustos…
Comentario por lolita camiño (03-10-2009 15:59)
de San Felicisimo me acuerdo yo cuando tambien llegaba al bar miño y nosotros era yo la que se lo pasaba a la familia lameiro del callejon de ravella
Comentario por CONCHI ABAL (03-10-2009 19:07)

A Pescaderia

A la derecha de la fotografía vemos en primer lugar el edificio que fue almacén de abonos y cereales “Cross” (creo que se escribía así), que un incendio destruyó todo el interior, quedando únicamente las cuatro paredes exteriores. A continuación sigue estando el callejón que conduce a la plaza del Castro, donde está la fuente poligonal. Le sigue lo que fue la parte trasera del “Hotel La Diana”, y que actualmente es el bar “La Fábrica”. La casa baja que está a continuación fue, primero, el almacén de coloniales “Vidales”; y, años más tarde, también almacén de coloniales de “Calixto Abalo”. En el siguiente edificio, bajo y dos plantas -además de buhardilla-, estaba la tienda de ultramarinos de “Albino Cores”; en el primer piso nací yo, y allí viví con mis abuelos hasta que me casé. Y ya no sigo, porque creo que me estoy pasando de rosca.
Comentario por Roberto Núñez Porto (30-06-2009 19:14)
Lo siento, pero tengo que continuar. ¡No puedo resistir la tentación! Al fondo, se ve el edificio en cuyo bajo está “Calzados Jamardo”. Pues, bien, ahora se agolpan los recuerdos porque esta fotografía me retrotrae a mi infancia, porque ya he dicho en mi anterior comentario que yo nací y viví en una de las casas de esta calle. Antes del edificio en cuestión, pues todavía no existía la avenida Conde de Vallellano, estaba el garaje de mi abuelo, Moncho Porto, y, justo al lado el Bar Xesteira (en su primigenia ubicación). Luego, un callejón y el “Hotel La Vizcaína”, en cuyo bar-cafetería tenía una pizarra en la que rezaba: “Menú del día, chuletitas de cordero y ensaladilla”. Y así figuraba durante todo el año. Debo decir, sin embargo, que eran unas personas encantadoras. Y, como decían en el concurso televisivo “Un, dos, tres”, hasta aquí puedo llegar. Espero no haberos aburrido.
Comentario por Roberto Núñez Porto (01-07-2009 20:50)
Menos mal que te acuerdas del incendio, pues yo ya hace tiempo que lo mencioné y nadie se acordaba.
Comentario por luis (01-07-2009 23:56)
Contiuando por la calle de la Marina, después de Calzados Jamardo (al que recuerdo cuando trabajaba en La Madrileña), estaba una tienda de efectos navales y luego Bouzada que tenia el almacén en la misma calle pero más hacia el Casablanca.
¿Como se llamaba aquella tienda de efectos navales?. Recuerdo Calicó y Navales Paz pero no el nombre de este establecimiento.
Comentario por Paco Salgado (07-07-2009 18:07)
El establecimiento de efectos navales al que te refieres, se denominaba Rosés Ferrer. De todos modos, amigo Paco, el escenario era el siguiente:
En la esquina había una mercería cuya propietaria era la hermana de Enrique Jamardo, el de Calzados Jamardo. A continuación estaba el portal del edificio en el que vivió Ramiro Caamaño y Manolo Costa con sus hermanas. El bajo de ese mismo edificio, lo ocupaba el mencionado establecimiento de efectos navales; le seguía el almacén de coloniales de José Bouzada y, ya en la esquina, la sucursal del Banco de Santander, que aún continua.
Ahora bien, este es el pasado reciente. Porque, años atrás -yo lo recuerdo porque soy mayor que tú y que Luis. Carlos será más o menos de mi edad, creo- el escenario era el siguiente:
Después del callejón que he mencionado en otro comentario de esta misma fotografía, estaban el Bar Xesteira, Garaje Porto, Arbitrios Municipales -allí le ponían las chapas a las bicicletas, previo pago del impuesto correspondiente-, almacén de José Bouzada y, por último, la delegación de Jesús Lago y Lago, que tenía la exclusiva de Philips (aparatos de radio, tocadiscos, bombillas, planchas eléctricas, etc.)
El local ocupado por Arbitrios Municipales, fue el que luego ocupó Rosés Ferrer; y el de Lago y Lago, es el actual Banco de Santander.
Años más tarde, Lago y Lago se trasladó a Rey Daviña.
Perdonar que me haya extendido tanto, pero los recuerdos van surgiendo y no puedo parar. ¡Qué mayor soy, coño!

Comentario por Roberto Núñez Porto (07-07-2009 20:40)
No tengo mas remedio que entrar y comentar, porque habéis mencionado la casa en donde residí al venirnos del barrio de la Prosperidad y hasta que me casé. En el bajo había unos efectos navales, como bien dice Roberto, y creo recordar que ahí trabajaba Cunino, en el primer piso vivía el Sr. Ramiro Caamaño con su segunda mujer, tuvieron una hija que se llama Marina y vive en Madrid hace muchos años, recuerdo que en invierno el Sr, Caamaño utilizaba una capa muy curiosa.
En la segunda planta hubo varios residentes, no recuerdo a Manolo Costa, nosotros comenzamos a residir ahí en el año 1968, pero si recuerdo que durante una temporada residió un pintor que ahora es muy conocido y no recuerdo su nombre; y en la tercera planta, que fue una ampliación del edificio, era casi un ático, viviamos mis padres mis hermanos y yo, hasta que me casé como ya he dicho; era un piso grandísimo con cinco habitaciones, una galería-balcón de casi 15 metros de largo, que el dia del Combate Naval se llenaba de familiares y amigos. Perdón por extenderme tanto.
Comentario por Carlos Túñez Collado (08-07-2009 14:06)
De lo que cita Roberto únicamente no recuerdo con claridad la oficina de arbitrios ni el taller de su abuelo. Recuerdo perfectamente los efectos navales , Bouzada y Lago y Lago.
También recuerdo a Ramiro Caamaño, su familia y su perro de aguas.
En 1.968 yo ya estaba “mas fuera que dentro de Villagarcía” y no recuerdo a los Tuñez viviendo allí.
Roberto: no somos viejos, somos veteranos.
Comentario por Paco Salgado (08-07-2009 19:04)
Carlos, creo que era en el segundo piso -tenía galería acristalada- en el que vivía Manolo Costa y sus hermanas. Luego, cuando él se casó, continuaron ellas viviendo allí, pero no puedo recordar la fecha. Sin embargo, los conocía desde que yo era un niño, porque yo nací y viví 23 años en la calle Juan García, que es aledaña y paralela a la avenida de La Marina.
De todos modos, si tú no los recuerdas, es indudable que ya se habían ido.
Efectivamente, la galería era enorme y la vista tenía que ser extraordinaria.
Comentario por Roberto Núñez Porto (08-07-2009 19:19)
Paco, el garaje de mi abuelo y el Bar Xesteira, desaparecieron cuando se abrió la calle Vallellano. Y los efectos navales Rosés Ferrer ocuparon el local en el que había estado la oficina de Arbitrios, pero muchos años más tarde. Porque Cunino, como bien dice Carlos, trabajaba en los citados efectos navales, pero antes había trabajado en Carrocerías Castro; primero en Las Carolinas-Villagarcía, y más tarde en la factoría de Santiago de Compostela. Ese puede ser el motivo por el que no recuerdas el garaje-taller de mi abuelo, Moncho Porto, al que tus padres conocían de siempre.
De todos modos, como los barrios y las calles han cambiado tanto, y tantas veces, uno acaba mezclando las imágenes y los recuerdos. ¡Los años, Paco, los años…!
Comentario por Roberto Núñez Porto (08-07-2009 19:40)
Roberto, tengo un recuerdo muy curioso relativo a tu abuelo, aun que yo era muy pequeño.Sabia hacer , muy bien por cierto,y artesanalmente las copias de las llaves tipo “yale”.
Despues vinieron las maquinas copiadoras y todo el trabajo artesano se acabó.
Comentario por luis (09-07-2009 14:15)
Luis, agradezco mucho tu comentario porque lo considero como un homenaje a mi abuelo.
La llave clásica de anilla, vástago y paleta dentada -que rompía los bolsillos de chaquetas y pantalones, debido a su tamaño-, fue sustituída por el llavín “Yale” que, por su pequeño tamaño, menor peso y mayor seguridad, fue aceptada y adoptada en todo el mundo.
Como tú dices, si le llevabas la llave de muestra a mi abuelo Moncho, para hacer una o varias copias, él adquiría en la ferretería los llavines en bruto -que podían ser derechos o izquierdos, según tuvieran la ranura en una u otra cara- y, con infinita paciencia, lima triangular de pequeño tamaño y comprobación constante de la altura y profundidad de los dientes con el calibrador o “pie de rey” -como diríamos en el Instituto Laboral-, hacía las copias correspondientes, exactas a la muestra original.
Pero aún hay más. Cuando alguien perdía las llaves originales, y comprar una nueva cerradura suponía un desembolso importante, se quitaba ésta de la puerta y se desmontaba el bombín, poniendo especial cuidado en que los diminutos muelles y los pitones no saltaran por los aires, y se iniciaba el minucioso proceso de mecanización de una nueva llave, con la dificultad añadida de no disponer de la muestra original. Aquí, la utilización del mencionado calibrador o “pie de rey” era de vital importancia. La altura de los diminutos pitones tenía que ser medida a la décima de milímetro. Si alguno se perdía, había que hacerlo nuevo; y si algún muelle salía disparado como una bala -misión imposible encontrarlo-, había que hacerlo nuevo también, valiéndose de una cuerda “prima” de guitarra. Todo esto antes de finalizar la jornada, porque la puerta de la casa no podía quedar abierta toda la noche. ¡Sólo faltaba que la llave no abriese la cerradura!
Como podéis ver, se trataba de un trabajo de mecanizado de precisión, realizado de una manera totalmente artesanal. Hoy, con las máquinas copiadoras, cualquiera puede hacer la copia de una llave. Pero si ésta se pierde ¡compren una cerradura nueva!
Comentario por Roberto Núñez Porto (09-07-2009 23:10)
Hola a todos un saludo,bueno creo que el comercio de efectos navales al lado del almacen de Bouzada era el de Roses,si mal no me engaño corregirme si estoy engañado,pues yo me crie en vilagarcia desde los 4 años hasta los 28 que me case y vivo en Carril,un abrazo.
Comentario por Manuel Vazquez Dios (12-07-2009 18:59)
Hola denuevo,yo comentandole al amigo Porto,mucho me acuerdo del Señor Porto el taller que tenia al lado del linternero Moncho era todo a un correr estaban los castillos apilados de tablilla y tambien un taller de mecanica de coches de un tal Manolo de Bamio,tambien me acuerdo el padre de Mari Carmen la de pulperia mesejo solia ir su padre con un remolque mazar el pulpo,tiempos aquellos,mucho gusta recordar,un abrazo.
Comentario por Manuel Vazquez Dios (12-07-2009 19:05)
Agradezco a Manuel Vázquez Dios -al que no sé si conozco- su comentario sobre el taller de mi abuelo.
Una vez que el Ayuntamiento notificó la intención de demoler el garaje-taller, así como varias casas y edificios, para la apertura de una nueva calle (la actual Conde de Vallellano), éste se trasladó a la zona del Cavadelo, justo al lado del entonces almacén de maderas de Lantero e Hijos, tratándose de una concesión de ocupación de terrenos de la entonces Junta de Obras del Puerto (actual Autoridad Portuaria), en los que hoy está ubicado el edificio del Juzgado y Policía Nacional.
Comentario por Roberto Núñez Porto (13-07-2009 20:48)
Se nos habia pasado citár a el padre de “Monchuruco”, que no se por que le llamaban “Moncho el Quina”. Era otro de los artesanos que se les denominaba linterneros-hojalateros, y a veces tambien hacian trabajos de fontaneria.
No estoy seguro, pero creo que tenia su negocio en el callejón donde se abrió la calle Conde de Vallellano.
Comentario por luis (14-07-2009 15:57)
Xa que nomeades a Ramiro Caamaño e como curiosidade espero non me equivocar: foi unha das primeiras persoas en ter coche en Vilagarcía (non sei se o primeiro), tiña o teléfono nº 1 e o se apartado de correos era tamén o nº 1.
Comentario por Mari Carmen Arines (15-07-2009 00:59)
No recuerdo dónde estaba, al principio, el taller de hojalatería del padre de “Monchuruco”. Pero, finalmente, lo tuvo al lado del taller de mi abuelo, en la zona del Cavadelo. (ver comentario 18).
Comentario por Roberto Núñez Porto (15-07-2009 01:36)
El comentario 18 de Roberto me tre el recuerdo claro del taller de Moncho Porto en el Cavadelo. Así como el de la ubicación anterior lo tengo muy difuso porque me “lo borra” el recuerdo de las obras de la calle, en este lugar si que lo recuerdo cerca de los castillos de madera que allí había.
Esto de recordar es como coger cerezas de un cesto: tiras de una y, a veces, vienen otras enganchadas.
Comentario por Paco Salgado (15-07-2009 18:16)
Paco, el ejemplo de las cerezas es de lo más pedagógico. Me ha encantado, y te felicito.
Ahora que recuerdas el taller de Moncho Porto, te agradecería que leyeras el comentario 15. Gracias.
Comentario por Roberto Núñez Porto (15-07-2009 20:25)
Mari Carmen Arines tiene toda la razón, nosotros no teníamos teléfono en casa, sólo en el Bar Derby, y cuando necesitábamos llamar, como buenos vecinos que siempre fuimos, Ramiro nos dejaba llamar, efectívamente tenía el nº 1.
Comentario por Túñez (15-07-2009 20:27)
Este blog crea adicción y yo leo todos los comentarios y, algunos de ellos, más de una vez.
El número 15 de Roberto, como todos, lo leí y recordé cuando intenté reparar una cerradura tipo yale. Al desmontar el bombín, me saltaron por los aires los pitones y los muelles. Como yo no sabia hacer otro muelle con cuerda de guitarra como el abuelo de Roberto, tuve que buscar todo y ayudado por la llave y me vi obligado a recomponer cada pitón y muelle en su sitio lo cual no fué tarea fácil. Lo conseguí despues de varios intentos.
Lo bueno es que entendí perfectamente como funcionan ese tipo de cerraduras.
Hoy hubiera ido a la ferretería a comprar otra cerradura pero entonces el valor de las cosas era muy diferente y como dice otro colega de Instituto, los que estudiamos allí nos atrevemos a hurgar en todo y no queremos sentirnos derrotados. ¡Lo resolvemos aunque sobren piezas!
Comentario por Paco Salgado (15-07-2009 23:16)
Paco, he leído con mucho interés tu comentario -el núm. 25-, y observo que sientes curiosidad por las cosas, y te atreves con lo desconocido. Estoy hablando de cosas materiales, naturalmente. Porque, atreverse a desmontar el bombín de una cerradura “Yale”, tiene su mérito. Y recomponerla, no está al alcance de cualquiera. Y sé de lo que estoy hablando.¡Eres un fenómeno!
Como tú dices, los que hemos estado en el “Laboral”, con mayor o menor aprovechamiento, tenemos tal grado de curiosidad que, a veces, se convierte en verdadera osadía. Se puede decir, aún a riesgo de pecar de presunción, que somos una raza diferente.
Comentario por Roberto Núñez Porto (16-07-2009 01:23)
No pecas de presunción en absoluto Roberto, en aquéllos tiempos teníamos que aprender por fuerza, por no decir otra cosa, casi todo teníamos que hacerlo, por eso poníamos mucho interés en las cosas, hoy nos lo dan todo hecho, sin apenas esfuerzo, para montar esto o aquéllo, todo lo que se aprendió en el Instituto, hoy vale por dos, sin pecar de presunción, hoy dia yo nunca aviso a ningún operario para que me arregle esto o aquéllo, tengo un pequeño tallercito en mi trastero, amo el bricolaje y me atrevo con todo, y gracias a muchas cosas aprendidas en el Instituto, en sus talleres.
Comentario por Túñez (16-07-2009 20:36)
Por alusiones, aclarar que de fenómeno nada. Atrevido, osado, etc. , eso sí.
La historia comenzó con: “esta cerradura falla algunas veces, habria que verla”.
En mi casa “habria” era sinónimo de: Paco, en cuanto puedas…..
Y creyendo que aquello estaría chupado me metí en aquel “fregado” y crei que no salia y que tendríamos que dormir con la puerta atrancada.
Comentario por Paco Salgado (16-07-2009 23:21)
Antes de los Tuñez, vivimos nosotros hasta que nos trasladamos a La Marina, entonces la calle se llamaba Ramiro Cores y el número de ese edificio era el 12.
El señor Caamaño representaba a Gallina Blanca y nunca olvidaré que los primeros chicles y la crema de cacahuete nos los regalaba él.
Comentario por Miguel Ruiz (21-07-2009 08:50)
Efectívamente Miguel, antes la habitásteis vosotros, no lo recordaba, pero sí recuerdo que a veces en casa comentábamos que la vista que tenía el práctico para controlar la entrada de buques era inmejorable, recuerdo tambien, que cuando yo estába navegando y venía a Villagarcia, yo desde el barco y mi familia desde la gran terraza nos saludábamos por medio de la visión con unos prismáticos.
Comentario por Túñez (21-07-2009 19:33)
Ramiro Caamaño tenía el teléfono nº 1 (hasta que el 1 de noviembre de 1970 se automatizó la línea) y al apartado de correos nº 1.
Comentario por javier bouzada (19-09-2009 17:21)
“Monchuruco” tenia el taller donde hoy es “Caixa Vigo” al lado del ultramarinos del Sr. Manuel el arousan (mi abuelo)
Comentario por luz (20-10-2009 17:44)
32 Rectificación:
En el comentario 18 mencioné, equivocadamente, el almacén de maderas de ‘Lantero e Hijos’. En realidad, se trataba de ‘Maderas Aquilino Lantero’, de acuerdo con la certera corrección que me hizo Julio en ‘Posando’, pág. 3, ‘Gelines, Juan e Javier’, coment. 3. Dicho queda.
Comentario por Roberto Núñez Porto (03-04-2010 21:53)
33 Efectivamente las hermanas Costa residieron en el 2º piso hasta que se trasladaron a la calle Brandariz,ovcupando despues el piso el pintor Anton Llamazares,cuyas obras a veces se amontonaban en las escalerasñ
Comentario por O son do vento (06-12-2010 17:32)

Te diré que el Sr. Caamaño era una persona corpulenta y con muy buen carácter. Sé que falleció mayor, pero no te puedo dar más datos personales, pero sí decirte que trabaja con las representaciones de importantes firmas nacionales, tal como Achicoria La Noria y los turrones Monerris Planelles y una de aceite que no recuerdo. Como lo conocí, si veo alguna foto en el Faiado te dejo aviso en el Libro de Visitas.
Comentario por Cándido (05-07-2011 22:35)
Del mismo modo que mi amigo Cándido, yo también conocí a D. Ramiro Caamaño y a uno de sus hijos. Desconozco las fechas que solicita José Antonio, pero sí puedo decirle que, siendo ya mayor, se casó en segundas nupcias, de cuyo nuevo matrimonio tuvo un hijo.

Efectivamente, como apunta Cándido, el Sr. Caamaño era agente comercial de reconocido prestigio; y, además de las marcas comerciales citadas, recuerdo la última representada por él -tal vez, el producto “estrella” de la época- fue ‘Gallina Blanca’. Esto es todo lo que puedo añadir.
Comentario por Roberto Núñez Porto (01-11-2011 14:14)
enfrente de esos hombres esta el callejon del ahora llamado churrasco plaza y justo enfrente de ese mismo callajon hay otro donde hay un cristo en la pared pues hay vivi yo durante muchos años y donde aun permanece la casa de mi abuela. hay donde esos hombres llego a haber columpios donde yo jugaba de pequeña. que recuerdos mas lindos.
Comentario por sonia (17-09-2012 10:24)

En el segundo vivían los Acosta, un señor y dos hermanas y en el primero, efectivamente el señor Caamaño y su mujer Marina con su hija Marinita, más joven que yo. Tenían un loro y dos perros, algo inusual en aquella época dentro de un piso , tal vez un braco de manchas y un pastor de aguas castaño llamado Brens y un piano que el señor Caamaño tocaba alguna vez. Los recuerdo cómo personas afables y acogedoras , me encantaba visitar su casa , llena de pequeños misterios para una niña que yo , con olores peculiares tal vez por los productos que él representaba .El hijo que mencionáis de su matrimonio anterior trabajaba de jefe en Correos. Cuando nos trasladamos de piso tal vez en el año 61 ó 62 el señor Caamaño aún vivía.
Comentario por Cecilia Ruiz Montero (30-01-2022 09:19)

Yo nací en el año 53 en el tercer piso de donde vivía El señor Caamaño. Según oí contar a mi madre, lo estrenamos nosotros ya que fue un añadido a los dos anteriores. Lo construyo Oubiña, un señor delgado y que llevaba habitualmente boina, lo recuerdo tomando los vinos en la Baldosa.Mis padres al llegar de Barcelona vivieron en el Piñeiriño y se trasladaron a ese piso para que mi padre pudiese ver la llegada de los barcos.
Comentario por Cecilia Ruiz Montero (30-01-2022 09:20)

Mar e Carlos 25 anos da sua voda

Foi uha voda  preciosa, que a novia lembra ainda cos ollos en blanco.

A nai do novio Milagros, nos contou  o ben que o pasou aquel dia, como disfrutou ca voda do seu fillo, asistiron as suas amigas a voda, a sua familia…A novia, Mar conta a empatia que aquel dia disfrutaron entre as duas familias. A boda foi en Lugo

nunha capela que data do seculo XVIII. Foi construida por Fernando de Casas y Novoa, tamen autor da fachada do Obradoiro da Catedral de Santiago.   Quedou grabado como un dia maravilloso do que xa transcurriron vintecinco anos..

Os dous, Mar e Carlos estan a celebrar a sua segunda luna de miel por Italia.

Erguemos unha copa polo resto da vida.

Moito amor, boa vida, moitas felicidades

Non esquencemos que maña, dia sete de Decembro fai cincuenta e sete anos que os pais de Carlos, Milagros e Alfonso, casaron na parroquia de San Ildefonso en Madrid.

Increible pero certo, eles tamen estan recien chegados de un viaxe.

NORABOA, moitos Parabens

6 de Decembro do 2024, venres

Subidas en OS VECIÑOS boda en Cambados, A VILAGARCIA DE ONTE, E TERRA DE ARTISTAS.

En portada, Maruxa Sabaris, nacida en Cambados, xa desde nena tivo que traballar fuerte pra axudar a economia da sua familia. Casou con Tino Abad e foi unha Nai de aquelas que a sua prioridade eran os fillos.

Co paso dos anos Maruxa descubriu unha sensibilidade que iñoraba ter. A pintura. E maravilloso ver o que e capaz de facer Maruxa cos pinceis, os trazos que crea en pouco tempo, a armonia dos cores. No Faiado esta colgada unha das suas obras, O MUIÑO DA SECA, do seu pobo, de Cambados. Foi un agasallo de Maruxa que temos como ouro en paño.

Pois bos dias, aniversario da Constitucion, vivimos a sua creacion, pedimos desde a nosa organizacion politica da epoca o voto para aprobala, pasamos un traballo impresionante, foi moi contestada, con razon, e moi millorable pero a epoca, 1978, non era hoxe, nadie nos enseñou, viñamos da Dictadura, e as cousas non saian gratis.

A dia de hoxe pensamos que foi o millor do pior, eso non quita que a ver todos esos grillos que temos na clase politica son capaces de chegar a un acordo pra darlle unha voltiña a cousas modificables. Seria bó un pouco de seriedade e de abandoar aquilo de “Y tu mas”