Allá por la mitad del siglo XX se celebró en Carril una Santa Misión.
El último acto que se hacía todas las noches consistía en repartir algunos santos para dormir en las casas de los vecinos; cada día se hacían turnos para distribuir los santos en varias las calles, entre diversas familias
Una noche le correspondió a San Ramón dormir en la casa de una anciana, que vivía en la calle del Progreso, hoy Rosalía de Castro; la señora se llamaba Josefa del Río, pero era conocida por el mote de señora ?Pepa la Ratita?. Cuando le fueron a llevar el Santo, llamaron a la puerta y preguntaron: ?¿Vive aquí la señora Josefa del Río??, y le contestó una sobrina que vivía con ella: ?No, aquí non es?.
Preguntaron en otras casas y tampoco les supieron dar razón, por lo que decidieron buscarle un alojamiento pero, cuando llamaron en algunas casas para decirles que les llevaban a dormir a San Ramón, unos pensaban que se trataba de una broma, y otros, que no entendían lo que les decían, contestaban: ?Aquí no hay ningún Ramón?.
Después de dar muchas vueltas, le fueron a preguntar a mi madre, que les dijo que se trataba de ?señora Pepa la Ratita?.
Por fin, San Ramón encontró alojamiento.
Esto que os cuento, así sucedió.
Contado por Daniel Garrido Castroman
donada por Carmen Tubio
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