Habia parras altas que rodean la casa y se extienden hacia lo que se conocia corno “el fondo de la huerta”. Habia tambien
higueras, naranjos, manzanos, perales, cerezos, castafios, melocotones y ciruelas de muchas clases. En la epoca de la guerra civil, toda la huerta al oeste del camino quedo cercada por una solida muralla de granito, obra de unos canteros portugueses que por aquellos años residian cerca de la casa. Siguiendo hacia el sur esta primero el pilon antiguo, al lado de un pozo profundo; mas tarde se construyo otro deposito de agua mas arriba y habia un pinar en la parte aun cercada. Recuerdo,como de niño, se advertia a la gente menuda de los peligros que el pozo ofrecia. Y recuerdo tambien como bajabamos a su profundidad cestas con botellas de vino, en los tiempos en que el hielo aun no habia llegado al Moscallo.
Mas hacia Lobeira y ya fuera del area amurallada tenemos el pinar de la Revolta. En una esquina del pinar, cerca del camino, se alza un tipico crucero, que sigue pregonando al caminante la devocion de su fundador, cuyo nombre aparece esculpido en la piedra: “Propiedad de Torivio Padin.” Por muches años este crucero no tuvo la cruceta y mas bien parecia un obelisco. En mi viaje del 1946 y con la ayuda de Javier, el esposo de la prima Lola, de Rubianes, se reparo la falta y alli sigue el crucero, recordando al mundo el signo de la redenci6n. Hubo fiesta grande el dia de la rei nauguraci6n y yo, descendiente de Toribio, senti alegria
al poder conservar este monumento para las generaciones futuras.
En la parte conocida como el Agro, hubo en otros tiempos viñedos, asi como extensiones dedicadas a la siembra de maiz y patatas. Hubo tambien un area cercada de alambre con muchos arboles frutales. Mas hacia el monte ya un nivel algo
mas alto, cerca de la casa de Raniera, estaba un rea de arboles frutales que se conocia como “El huerto de los ame-
ricanos,” ayudado a plantar y a cuidar por algunos de los
familiares que regresaban de America.
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