O solar do Cine albergou dous edificios



Na nosa vila algun que outro tesouro do patrimonio local acabou como o Cine Cervantes con incendios moi raros, ou accidentes imprevistos.
Na actualidade temos Villa Guimil, a casa dos Medina das Torres, a casa Deza que son patrimonio sentimental, social e human dos vilagarcians, con evidente peligro de derrumbe ou calquer outra imprevision
O FAIADO DA MEMORIA.
Qué pena, el cine Cervantes ardiendo.No recuerdo el año exacto,debió ser sobre 72 o 73 pero seguro que Javier nos lo dice.Recuerdo ese dia muy bien, bajamos corriendo mi padre y yo al enterarnos de que estaba empezando a arder y estubimos dentro,no me explico como nos permitieron entrar,seguramente aún no habian llegado los bomberos (de aquella no teniamos parque y venian de Pontevedra) el caso,es que tengo en mi cabeza la imagen del patio de butacas y el escenario en llamas.No se pudo hacer nada y nos quedamos sin este emblemático teatro-cine en el que tantas actuaciones,festivales y apeliculas habiamos visto y disfrutado.
Comentario por Isabel Sánchez (16-10-2009 12:07)
ese fatidico domingo,me acuerdo perfectamente,sobre las tres de la tarde,mas o menos, fue este servidor el que aviso a los bomberos,todo empezo cuando una señora que me comenta el extraño ruido que hacian las uralitas al estallar, hasta que nos dimos cuenta del origen del ruido, fue todo muy estraño y muy rapido el fuego,fui testigo de todo el incendio,,yo tambien entre dentro del cine cuando estaba ardiendo,en la parte trasera a buscar una mercancia que mi padre guardaba,tengo que decir que mi padre era el del carrito,,,hoy kiosco de la plaza de galicia,,,un saludo.
Comentario por pipas (05-11-2009 20:36)
Creo recordar que el patio de butacas tenía sobre 650 butacas, constaba de una hilera central de 20 butacas y dos hileras mas que se iban ensanchando a medida de que te acercabas al escenario.Luego el patio de butacas estaba rodeado por unas preciosas plateas,(4 a cada lado) laterales con dos filas de butacas en cada una y 7 butacas en cada fila. Luego la parte central, debajo de la máquina de cine había 6 filas de 18 butacas. En la parte de arriba había tambien una platea y el llamado “General o gallinero con bancos corridos que allí cabía “un milleiro de xente”. Que lo cuenten aquellos que venían a ver las películas de Jorge Negrete.
Cuantas veces ayudamos al bueno de Paco Tobio el Carpintero a desmontar TODO EL PATIO DE BUTACAS para celebrar los bailes de Carnaval del Liceo, año tras año ¡Tiempos aquellos!
Comentario por Manuel Morales (30-11-2009 01:46)
La viuda de Bouzó tenia un ultramarinos en la antes llamada calle Héroes del Alcazar, casi en la esquina con Vallellano
Comentario por Cándido (06-12-2009 14:46)
Este ultramarinos lo tuvieron despues los Puga. Ella era la dueña del solar y tuvo una dura pugna económica con Caixa Vigo para venderle la casa donde hoy está Gaes y al final no se la vendió y de ahí que ese edificio esté incrustado en un lateral de la Caja,pues la buena de la señora era bastante dura en los tratos, aparte que tenia mala suerte, pues se le habian incendiado yá varias propiedades.Yó viví en una de sus casas en Las Carolinas, mientras hacian nueva la de San Roque.
El incendio del Cervantes fué muy raro y a una hora en la que no habia nadie dentro y que habian pasado 15 horas desde la última función.
Tenia como personal a Conchita como taquillera, Andrés como portero de butacas y a Charlín como operador de cabina. Habia tambien un Bar que regentaba la buena de Maria “La Pavitas”. El patio de butacas solo lo visitaba en Carnavales.
Donde estaba el “ambiente” era en general.Allí estaba de portero el Sr.
Bugallo, excelente persona y al que siempre le decíamos que se metiera portero del Arosa de futbol, para completar el trio de porterias, pues aparte del Cine, tambien era portero del Ayuntamiento.
Uno de los acomodadores era tambien fiel de arbitrios y habia otro de Villajuan alto y con la cara picada de viruela que era el que imponia respeto.
Entraba el personal a “mogollón”, pues como dice Manolo Morales, los bancos eran corridos y cuando subian los guardias a hecharnos a la calle por los jaleos que se armaban, era imposible saber quien era o eran los autores, pero como el acomodador tenia controlada la zona del barullo, nos echaban a todos y se acababa el lio.
Dentro de General habia “clases”. Por la pared que daba al Carballinés habia una puerta de servicio y encima de esa puerta para aprovechar el espacio pusieron pusieron una fila de bancos con capacidad para 3 personas que eran los más solicitados, pues estabas en un alto.Finalmente y para los que no podian pagar butacas de abajo y no se querian mezclar con el buen personal de General, habia una entrada que se llamaba platea que partia de un muro que la separaba de general hasta la barandilla desde donde se veia el patio de butacas. Tenia 3 o 4 filas de
asientos y cuando el acomodador estaba descuidado, saltábamos el muro.
Comentario por Cándido (06-12-2009 15:16)
Me acabo de acordar que la casa donde yó viví en Las Carolinas tambien ardió.Mirar si tenia mala suerte la señora.
Comentario por Cándido (06-12-2009 15:20)
La propietaria se llamaba Lola y de mote “A Xibeira” y
como ya se indicó era la vda. de Bouzó
Comentario por Cándido (06-12-2009 22:02)
El Teatro Cervantes.-
En el año 1935, debido a las condiciones poco favorables del Salón Villagarcía, la Viuda de Bouzó construyó el Teatro Cervantes, unos metros antes del puente sobre el rio del Con, en la calle Vista Alegre; poco después de haberse terminado su construcción, falleció el propietario, también industrial de coloniales, don Balbino Moltó o Bouzó.
En el hall de entrada había un ambigú y los servicios sanitarios. La decoración estuvo a cargo de don Camilo Díaz Baliño, padre del empresario y pintor Díaz Pardo, y el teatro contaba con un gran escenario y un amplio patio de 400 butacas, además de las de platea y general; contaba, igualmente, este cine con una pequeña sala para lutos, desde donde podían ver toda clase de espectáculos y películas, sin ser vistas, muchas personas a las que les había fallecido algún familiar recientemente y querían evitar las críticas del vecindario.
Después de haber fallecido Don Balbino, su viuda alquiló el Teatro Cervantes a la Agencia de Espectáculos ?Fraga? de Vigo, por lo que quedó al frente del mismo su representante en esta ciudad, don Jesús Puente Taboada, quien llevó a cabo una extraordinaria gestión, trayendo a Villagarcía a importantes compañías y artistas de España; son dignas de recordar la Compañía de la Zarzuela, Luisa Esteso, Sagivel o Antonio Medio; entre las revistas, figuraban las de Blanca Doble, Codeso, Tudi y Bora; y no podemos olvidar a los artistas Antonio Machín, Irma Vila, Estrellita Castro, Lola Flores, Marujita Díaz, y otras.
La película con que fue inaugurado el cine se titulaba ?La mujer del velo pintado? y su protagonista fue Greta Garbo. Puedo de recordar al operador de cine, Manuel Charlín, y al portero Andrés Martínez García?, Andrés el de Canabal?, de Carril.
En una reforma llevada a cabo en el año 1945 se le añadieron plateas laterales.
Comentario por Daniel Garrido Castromán (28-01-2010 16:34)
El comentario de Daniel me resulta muy oportuno porque algunos a los que les conté que el Cervantes tenía una sala para lutos me lo tomó un poco de broma.
Recuerdo que la sala de lutos tenía una ventana horizontal alargada y estrecha desde la que veian el espectáculo. Cuando desde la sala de butacas mirabas hacia allí durante la proyección, lo único que se veia del interior era ojos o brillo de gafas.
Comentario por Paco Salgado (28-01-2010 19:53)
Las distribuciones de los patios de butacas de los tres cines eran distintas. El Arosa tenia un pasillo central y dos laterales pegados a la pared. El Fantasio solamente uno al centro y el Cervantes dos intermedios con un núcleo central con muchas butacas y dos filas más pequeñas a cada lado de los pasillos, aparte de las plateas.
El reparto numérico era el mismo. Butacas numeradas con una pequeña chapa colocada en sitio visible y los impares a la izquierda y los pares a la derecha.
Esta numeración servia para cuando las entradas eran numeradas, que solia ser a la función de las 8 de los domingos.
Para asegurarte de que disponias de asiento y era el que querias, a la salida de la misa de 12 abria la taquilla Conchita y te reservaba la entrada, estando a tu disposición hasta un cuarto de hora antes de la función. Si no ibas, la vendia si tenia demanda.
Como mi padre fué acomodador en el Fantasio y yó solia ayudarle alguna vez, era una verdadera lata, pues habia gente que entraba y como estuvieses sentando a otro, se ponian donde lo daba la gana por no esperar.
Ello motivaba que cuando llegaba el que tenia esa entrada, tenias que levantarlo y pasarlo a su verdadero sitio, rezando por el camino que no estuviese ocupado. El lio se montaba cuando empezaba el No-Do y se apagaban las luces y a su vez entraba un grupo grande a última hora. Cuando estaban todos sentados ya casi estaba la película por la mitad.
Comentario por Cándido (21-06-2010 20:22)


Deixa unha resposta

O teu enderezo electrónico non se publicará Os campos obrigatorios están marcados con *