O futbol en España naceu en Galicia



Vilagarcía de Arousa ha estado ligada a Gran Bretaña desde hace más de dos siglos, y las visitas de la Royal Navy, desde 1874 a 1936, dejaron una marca social, cultural y económica de por vida en la localidad
THALIA GARCÍA

El contacto de Arousa con Inglaterra fue muy fluído durante años, en parte gracias a una extensa tradición de relaciones marítimas y culturales. Esa relación les valió a los vilagarcianos el mote de “ingleses”, por el que aún hoy son conocidos en toda la comarca. Hubo un tiempo en el que la Royal Navy convirtió la ría de Arousa, y concretamente la localidad de Vilagarcía, en su centro neurálgico a su paso hacia Lisboa y Gibraltar. La presencia de británicos se remonta incluso a años antes de que Vilagarcía adquiriese el título de ayuntamiento, cuando el puerto de Carril fue habilitado y recibía la visita de estos y otros foráneos a principios del siglo XIX.

También la llegada del ferrocarril fue clave a la hora de estrechar lazos comerciales. Cuando se planteó la llegada del tren a Galicia, se barajaron varias opciones y finalmente la carta cayó en manos del trayecto Santiago-Carril. Por diferentes circunstancias, principalmente económicas, la gestión del primer ferrocarril gallego quedó en manos de la compañía inglesa The West Galician Railway Company, presidida por el empresario y político Claredon Hyde, y dirigida por John Trulock, abuelo del escritor Camilo José Cela. Y aunque los vilagarcianos estaban acostumbrados al trato con extranjeros, la compañía acabó siendo conocida en la zona con el nombre de la “Debés”, mucho más fácil de pronunciar para ellos.

Estación de Carril
Con todo, los ingleses llenaron año tras año las calles de Vilagarcía, sólo interrumpidos por la Primera Guerra Mundial, y los apellidos de estos empezaron a ser frecuentes en toda la ría, sobre todo desde principios del siglo XX. La estrecha relación socioeconómica obligó a compañías como la Pacific Steam Navigation a abrir delegaciones en la zona y a Gran Bretaña a levantar sedes diplomáticas, primero en Carril y luego en Vilagarcía.

La Royal Navy y su huella de por vida

A pesar de todas las incursiones extranjeras, sin duda fue la de la Royal Navy (Armada Real Británica) la que más marcó el porvenir de este pequeño pueblo costero. La flota británica atracaba en “Arosa Bay”- así denominaban a la ría de Arousa en las cartas del Almirantazgo Británico- cada año hasta 1936, normalmente durante el mes de enero. Decenas de barcos, desde acorazados a cruceros, realizaban allí sus maniobras, con una tripulación de hombres que sumaba más de 13.000 cabezas de media. De hecho, en 1911 tuvo lugar una de las visitas más concurridas que se recuerdan, con algo más de 17.000 marines.

Desembarco en Vilagarcía de la Royal Navy 1919
Las incursiones de las cuadrillas no se limitaban únicamente a labores económicas o de avituallamiento. La entrada de los buques era todo un espectáculo público. Las mujeres de la zona recibían a los hombres en el puerto con camelias, los hidroaviones ingleses sobrevolaban la ciudad, los foráneos organizaban pachangas de fútbol con los locales y los bares se acabaron llenando de publicidad sobre el té. Las vidas de los marinos ingleses y las gentes de Vilagarcía de Arousa se entrelazaron, dejando también una importante huella social y cultural en la localidad.

El cementerio inglés de Vilagarcia

Cementerio inglés en Rubiáns (Vilagarcía de Arousa)
En una de las muchas visitas, el Almirantazgo inglés ordenó colocar una placa en Monte Lobeira (Vilanova) como un homenaje a las víctimas del hundimiento del buque escuela Serpent en Camariñas, en noviembre de 1890. Este y otros fatídicos desenlaces de marineros británicos en el mar propiciaron la construcción del cementerio inglés de Vilagarcía en 1911, ya que el municipal era católico.

Cameron Walker, el socio fundador del Real Club de Regatas fue el artífice del mismo. El “British Naval Cemetery” se encuentra en Rubiáns y está compuesto por 16 tumbas, la mayoría de militares, a excepción de tres de ellas que pertenecen a un ingeniero de minas casado con una vecina de la villa, un cónsul en Vigo hasta 1971, y su esposa, la última persona en ser enterrada allí en el año 1991. En Galicia existen otros dos camposantos británicos, en A Coruña y Camariñas, que albergan los restos de marineros a los que no fue posible trasladar a sus hogares.

El “primer” equipo de fútbol de España
Otro de los eternos legados que los ingleses dejaron en Vilagarcía de Arousa tiene que ver con el fútbol. De hecho, mucho se ha hablado sobre la posibilidad de que que el primer equipo de fútbol que se formó en España fuese o bien el Huelva o Vilagarcía, ambos por sus influencias inglesas.

Partido Flota inglesa- Vilagarcía, en el antiguo campo de A Xunqueira (Principios siglos XX)
Lo cierto es que casi desde el inicio de sus visitas, los ingleses promovieron el juego entre los locales, que empezaba a actuar con cierto magnetismo entre las masas. En el año 1901 se formó el equipo Real Alfonso XIII, que obtuvo grandes éxitos, y un poco más tarde el Villagarcía Football Club, con el por aquel entonces cónsul de la villa, Cameron Walker como presidente.

En la localidad llegaron a promoverse campeonatos de este deporte, como la conocida Copa García, en la que participaban equipos españoles como el Galicia F.C, Eiriña, o el Villagarcía contra otros tantos ingleses. También el rugby llegó a la ría de Arousa y aunque se celebraron numerosos eventos, este no terminó de cuajar de la misma forma que lo hizo el fútbol.


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