A nosa Alameda ainda bañada polo mar, noutros tempos cando vir a Vilagarcia a veranear daba prestixio
Es verdad que era bonita, pero algunas decisiones probablemente mal evaluadas han provocado que Villagarcía le “tuviera que comer” terreno al mar.
Por lo que he leido y me ha explicado alguien que sabe mas que yo de esos temas, la construcción de los tres muelles: comercial, pasajeros y ramal sustituyendo al muelle de hierro y al del ramal que eran sobre pilotes, y ermitian que el agua circulara por debajo de ellos, modificaron las corrientes que mantenian nuestra bahia en forma de concha entre Ferrazo y Carril con las playas de: Camboa, Vista Alegre, Cavadelo, Casablanca, Ramal, Concha, Compostela, Carril, etc.
Muchas de estas playas se quedaron sin arena o quedaron tapadas por las nuevas obras y se creaorn unas zonas “muertas” entre la rampa del Cavadelo y el muelle de pasajeros y entre este y el Ramal que llenaron aquello de fango que recuerdo que olía fatal cuando bajaba la marea. Todo esto probalemente “ayudado” también por los vertidos urbanos que iban directamente al mar.
Los de mi edad recordamos que si nos asomabamos al malecón veiamos salir por allí de todo.
Estos cambios en la circulación natural del movimiento de las aguas seguro que también nos dejó sin arena a la playa de Compostela.
Comentario por Paco Salgado (01-07-2009 23:35)
El comentario anterior me ha quedado un poco “triste” y quiero recordar lo que había arriba, a lo largo de la Alameda:
La Marina, con su letrero “English Spoken”; La Banderita, wines, beers (estos dos carteles eran la reminiscencia de las visitas de la British Navy); El Chalet de la Alameda, El Pequeño Bar, El café España, …
Además: el palco de la música, Calicó artes y útiles de pesca, un sastre, Angelito el barbero, Lola la de Marín.
¿Se me ha quedado algo atrás?
Comentario por Paco Salgado (01-07-2009 23:41)
En esta fotografía, amigos míos, hay un elemento que destaca sobre todos los demás: la gabarra (embarcación en el centro de la foto, entre las otras dos). Aquella robusta embarcación -carente de autonomía- era remolcada por botes de remos de considerables manga y eslora. Botes robustos impulsados por fornidos remeros: los gabarreros.
Aquellas gabarras eran embarcaciones de carga, de enorme capacidad, que se utilizaban para trasladar todo tipo de mercancía desde y hasta los barcos mercantes fondeados en la Ría. En aquel entonces no existía el muelle comercial, también llamado muelle de Ferrazo, y no había calado suficiente que permitiera el acercamiento de aquellos mercantes.
Las casas consignatarias disponían de lanchas motoras, con las que se acercaban a los mercantes para comprobar la carga y realizar las oportunas diligencias documentales, así como trasladar a tierra a cualquier miembro de la tripulación. Eran otras necesidades y circunstancias. Eran otros tiempos.
Comentario por Roberto Núñez Porto (25-07-2009 01:38)
Que razón tiene Roberto en lo de la gabarra, como esta de la foto tenia Lantero unas cuantas, con una letra L grande en cada amura, babor y estribor y que las utilizaba para llevar y traer la carga de madera de los galeones y barcos que permanecían, como bien dice Roberto fondeados por falta de muelle, yo la veía pasar por delante de mi casa, muy cerquita de Lantero, eran otros tiempos.
Comentario por Túñez (26-07-2009 20:47)
La gabarra -también denominada “Barcaza”, aunque no aquí- tuvo una gran relevancia en la vida marítimo-comercial de Villagarcía. No se podía imaginar el intercambio de suministro marítimo de mercancías, sin esta singular embarcación.
De niño, tuve la oportunidad de estar en una de aquellas gabarras; y estuve en la inmensa bodega; y, mediante una escalera interior adosada al casco, pude subir a cubierta. Tal vez por ser un niño, me causó una gran impresión ver desde allí arriba aquella enorme bodega.
Las lanchas motoras que también mencioné en el comentario nº 4, creo recordar que estaban patroneadas: la de González Alegre (Transmediterránea), por el padre del edil Manuel Rodríguez Cuervo; y la de Buhígas (Ibarra), por el padre de Juan Búa “Caballo Loco”. Tuve, también, la oportunidad de subir en ambas, y visitar algunos de los barcos fondeados en la Ría.
Comentario por Roberto Núñez Porto (02-08-2009 21:42)
Encima de Casa Calicó vivían los Barca (Toño,Juan y Mari Carmen) recuerdo las ricas patatas que nos daba Beba su madre, que era como una madre para todos/as los que vivíamos y jugábamos en la Alameda. El dia del Combate Naval su balcón estaba abierto para todos…siempre temía que pudiera caerse. Hemos vivido durante unos años encima del Café España. !Que bonita era nuestra Alameda, con su palco de música (que tocaba los domingos después de la misa de 12) y su banco de cemento que daba al mar…
Comentario por Carmen Varela (16-03-2010 12:40)
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