Alemparte y el imperio de los ingleses
Artigo de Olalla Bouza no Diario de Arousa
La relación de Vilagarcía con los ingleses tiene sin duda su origen en Carril, cuyo Puerto (uno de los más importantes de España en el siglo XIX) se convirtió en origen y destino de diversas relaciones comerciales y económicas. Fueron primero los carrilexos los que partieron a buscar fortuna enrolándose en ?buques que tocaban puertos ingleses?, tla y como relata María del Carmen Vázquez, de la Universidad de Santiago, en su trabajo ?Sargadelos- Carril- Santiago?.
Pero fue una relación recíproca. Los ingleses también se desplazaban a Carril donde llevaban a cabo numerosos contactos comerciales y mercantiles y a partir de 1877 se hacen con el control de la primera fábrica de Fundición de Carril.
Un movimiento económico que convirtió a la villa en un foco de atracción para emprendedores como Antonio Gregorio Alemparte Fernández, un lucense que se casó en Carril con Esclavitud Vieytes Castromán, según relata Daniel Garrido en el blog de O Faiado da Memoria.
En febrero de 1868 funda, junto a su cuñado Ramón Vieytes, la Fábrica de Fundición San Jaime. Un anuncio en el periódico vilagarciano ?El Litoral? aseguraba que ?este establecimiento, montado con los mejores aparatos conocidos, ofrece al público todo lo conocerniente al ramo de fundición de objetos de hierro y bronce, así como al de construcción de hierro dulce?. Fue sin duda el germen de la empresa que el lucense pondría en marcha, ya en solitario, en 1875 y a la que dio su apellido: ?Fundiciones Alemparte?.
En 1885 llega a un acuerdo con George William Halpin, al frente de la Fundición de Carril.
Ambas empreas unen sus fuerzas en un convenio cuyo propósito se definió como el de ?protegerse recíprocamente los trabajos industriales en que se ocupan?. Un objetivo que tenían pensado conseguir marcándose un plan de actuación: ?fabricar por mitad en sus establecimientos poniéndose de acuerdo en cuanto al número y clase de los potes, potas y fiolleras que calculen necesarios con el fin de tener dispobibles para la venta un buen surtido?.
Con la muerte de Antonio Alemparte, la empresa de San Andrés, Fundiciones Alemparte, queda en manos de sus hijos. El edificio también disponía de un aserradero a vapor en donde se daban baños calientes, así como habitaciones en las que se alojaban personas de diversas ciudades, sobre todo de Santiago. La fábrica fue un capítulo muy importante para la economía de la villa. En sus talleres se construyó el primer barco gallego a vapor con casco de hierro. Las páginas de esta próspera historia se cerraron en el año 1960.
Os Artigos do Faiado – Publicado o 14-07-2013
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