Categoría: PERCURAS E INVESTIGACIONS

El Muelle de Hierro y el Puente Transbordador Vizcaya
El autor analiza dos magnas obras de la ingeniería marítima relacionados con la industrialización y el hierro vinculados a la ría de Ibaizabal o de Bilbo. A su vez, constituye el argumento de la conferencia, de libre acceso, que se impartirá mañana en la Delegación de Bizkaia del Colegio de Arquitectos.

En las dos obras se han efectuado reformas que han supuesto una grave alteración de la esencia de la obra original, de su autenticidad, con absurdos e ilegales cambios.
Se trata del Muelle de Hierro de Portugalete proyectado por el ingeniero Evaristo de Churruca construido entre 1881 y 1887, y muy próximo, el Puente Transbordador Vizcaya, proyecto del arquitecto vasco Alberto de Palacio conjuntamente con el ingeniero francés Ferdinand Arnodin erigido entre 1890 y 1893.

Ambas obras son propiedad estatal del Ministerio de Fomento y su competencia corresponde a la Autoridad Portuaria de Bilbo. Tienen un carácter monumental y están catalogadas como Bien de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura en 2012, y el Puente como Bien Cultural Calificado por el Gobierno Vasco en 1984 y Patrimonio Mundial en 2006 por Unesco.

En las dos construcciones se han efectuado últimamente reformas que han supuesto una grave alteración de la esencia de la obra original, de su autenticidad, con absurdos e incluso ilegales cambios de su concepción espacial, elementos y materiales iniciales, la textura o el color en definitiva una falsificación del monumento. No son obras intocables dada su función de uso público y a lo largo de la historia por diversas necesidades han tenido leves modificaciones, pero de acuerdo a su categoría cultural cualquier intervención debe hacerse con criterio de restauración científica. Condición que exige se proyecte por técnicos cultos con arraigados criterios patrimoniales, históricos, constructivos y, sobre todo, con sensibilidad que antepongan el respeto a las preexistencias.

Inexplicablemente, han carecido de un Plan Director para la intervención como exigen y se hace en los países cultos cuando su administración responsable tanto la del patrimonio cultural como la de su propiedad analiza a quién adjudica los proyectos, estudia y autoriza determinadas obras y controla su ejecución. Nada de todo esto ha existido ni en los Ayuntamientos de Portugalete y Getxo, Diputación de Bizkaia, Gobierno Vasco, ni Ministerio de Cultura, y así han sucedido estas agresiones.

Tan graves deformaciones del patrimonio de hierro quedaron expuestas en el curso “De Re Metallica, Ingeniería Hierro y Arquitectura” realizado en Madrid donde ante especialistas culturales de todo el Estado pude exponer, con total asentimiento, la lamentable situación de estos dos monumentales hitos del hierro.

El Muelle de Hierro. En realidad un dique semisumergido para eliminar los gravísimos problemas de la barra de arena de Portugalete es una ingeniosa construcción metálica sobre escollera. Ya tuvo una radical y desafortunada transformación en 1934 cuando se sustituyó el entablado de listones de madera en el suelo del sendero transitable por un pavimento de hormigón armado y se suprimieron todos los arriostramientos metálicos o cruces de San Andrés, lo que obligó a reforzar revistiendo con hormigón los esbeltísimos pilotes de rosca que sostienen la estructura, hasta entonces visibles, convirtiéndose en pilares de apreciable grosor.

En 2007 se eliminó el recubrimiento y apareció la bellísima estructura de los pórticos oculta durante medio siglo. Poco después en 2010 se redactó un proyecto que ha supuesto la deformación del tramo de muelle de estructura metálica. Mutilando, con un erróneo criterio, parte de los arriostramientos transversales, sustitución de perfiles metálicos, añadidos de nuevas vigas transversales que alteran la lógica constructiva y estructural original y rematando con un burdo pavimento de hormigón impreso mal imitando a la madera inicial. Especialmente agresiva la absurda y sospechosa, delictiva sustitución de la parte más perceptible, la barandilla original de hierro en perfecto estado por una de acero inoxidable, unos mil metros que además de despilfarro y seguramente algo más personal y lucrativo.

Puente Transbordador Vizcaya. Esta crítica está justificada en criterios culturales y en legítima defensa ya que al tratarse de bienes culturales catalogados son propiedad del pueblo vasco. La publicidad de la empresa concesionaria del puente, El Transbordador de Vizcaya SL, ante la falta de argumentos solventes desvía la atención con anécdotas que confirman el tratamiento que hacen de su concesión como un objeto turístico capaz de admitir cualquier frivolidad comercial. Descuidando, entre otras cosas la seguridad. Desde que obtuvo esta empresa la explotación se han producido dos accidentes mortales en solo cinco años.

La situación actual es de una absoluta banalización, síntoma concurrente de una brutalidad proyectual sin rigor científico, carencia de apreciación cultural y elemental sensibilidad. Por todo ello es imprescindible además de esta denuncia pública poner en conocimiento del Ministerio las atrocidades cometidas solicitando la inmediata eliminación de todos los añadidos degradantes, tal como exige la Ley de Patrimonio Cultural, además de advertir al Comité de Unesco que incluye en la lista World Heritage in Danger aquellos monumentos que con rango de riqueza cultural mundial están en peligro amenazados por un deterioro acelerado.

Cuando acabe la concesión de explotación otorgada en 1996 a cambio de un canon anual de 6.000 €, es imprescindible que para entonces exista un Gobierno Vasco solvente culturalmente y con una elemental autoestima, no se renueve a esta empresa y como un bien público sea Euskal Trenbide Sarea, una única empresa nacional vasca que lo administre.

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