Categoría: OS VECIÑOS


  • O noso veciño

    Da igual donde o parise a sua nai, fora en Vilanova ou na Pobra, foi un veciño tocado polo efecto das letras.

    Fotografia propiedade de Antonio Ruiz Garcia, donada por Margarita Crespo.

    Esta fotografía es del año 1904 en el Café Levante. Allí todas las noches se reunían los intelectuales de la generación del 98 en una tertulia, creada por el gallego Ramón María del Valle-Inclán.

    Una noche del 13 de mayo de ese mismo año, estaban hablando de los españoles y de los distintos tipos y clases de españoles, entonces el novelista Vasco Pio Baroja, levantó la voz y dijo:

    “La verdad es que en España hay siete clases de españoles… sí, como los siete pecados capitales.  1) los que no saben; 2) los que no quieren saber; 3) los que odian el saber; 4) los que sufren por no saber; 5) los que aparentan que saben; 6) los que triunfan sin saber, y 7) los que viven gracias a que los demás no saben. Estos últimos se llaman a sí mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales.


  • Maruxa de Fefiñans

    Naceu e criouse en Cambados, desarrollou a sua adolescencia no mundo do mar, vendia peixe xunto a sua Nai.

    Vive xubilada na Torre en Vilagarcia, Maruxa descubriu as suas aptitudes na pintura e adicalle un tempo cada dia

    Agasallou a O Faiado da Memoria con unha das suas creacions, O Muiño da Seca en Cambados, que luce na parede do noso local , colores intensos que emanan tranquilidade e armonia.


  • Rut, nas Sinas

    A pesar de mi relación sentimental con Vilagarcía, desde su dimensión física y social fue muy corta para una vida cuya esperanza en España está cifrada para un varón en aproximadamente 79 viajes alrededor del Sol.

    Los sentimientos pueden tener mayor esperanza de vida que los recuerdos materiales, su intangibilidad, paradójicamente, los hace imperecederos. En cambio, la riqueza y complejidad de las experiencias y las imágenes que los compusieron, el tiempo los desfigura o los fragmenta, quebrándolos, perdiendo sus conexiones y su coherencia, o, sin más, los borra. Tal vez haya privilegiados, como el bloguero Javier Bouzada, que muestra una memoria privilegiada o que la conserva auxiliándose de ?memorias externas?, archivos, hemerotecas, bibliotecas, ayuda no exenta de esfuerzo, dedicación y me imagino que, en este caso, también pasión.

    Desearía participar más de lo que lo hago, pero o no conecto con las imágenes y los comentarios que tejen el blog, o si conecto con ellos, o no puedo aportar datos o relatos, o, de poder aportarlos, temo que puedan afectar a la imagen de terceros que pudieran sentirse disgustados porque figuren mencionados y puestos en relación con otras personas o situaciones que pueden ser mostrados en la red a través de un buscador; o presiento que sean pueriles, tal es el caso del siguiente comentario que, a pesar de ello, me atrevo a insertar por si algo de vida añade a un blog que no le falta:

    Los recuerdos que guardo de la playa de la Sinas se sitúan aproximadamente entre 1969 y 1975. Me imagino que mi familia dejó de ir a la Playa de Compostela porque sus amigos preferían estar en Las Sinas. A mí me gustaba más la de Compostela pero?los padres mandaban.

    Nos trasladábamos a las Sinas cruzando Vilagarcía y saliendo a la carretera por el Palacio de Vista Alegre. En la carretera había que tomar una curva muy cerrada en la que a la ida, al salir de su trazada, era habitual encontrarse con un carro cubierto y casi reventado de heno, tirado pesada e impenitentemente por un buey, que automáticamente hacía maldecir a mi padre. Una estampa que concentraba un gran simbolismo de la paradoja de los desequilibrios sociales y económicos, así como de las costumbres nacientes de la modernidad desarrollista en la España de aquella etapa que bien podía haber retratado Berlanga.

    En la carretera que conducía directamente a la playa, recuerdo ver algún episodio en el que mujeres enlutadas corrían cerca de la orilla perseguidas por marineros de la Armada con la gorra en la mano para no perderla. Me imagino que el furtivismo sería el motivo de una escena que observaba con angustia y, a la vez, con cierta comicidad debido esta última a la dificultad de correr por la arena y a la imagen de tanto contraste que portaban los actores. Estoy casi por afirmar que ellas eran más veloces que ellos.

    En la playa nos ubicábamos en una zona en la que se encontraba un restaurante que tenía terraza con mesas. Recuerdo que se podía subir a su azotea por unas escaleras laterales con barandillas de color rojo o naranja. En este restaurante servían unos calamares a la romana que entre su calidad, el apetito, el sol, la brisa y la ría, combinaban y sintonizaban todos los sentidos para hacerlos especiales.

    En frente, en el mar, había una roca que, con la dinámica de las mareas, emergía y sumergía lentamente siendo una referencia de los límites en los que se alcanzaba ?hacer píe? y también un elemento natural para juegos infantiles, a pesar de ser resbaladiza por sus algas y de la irregularidad y aspereza de la superficie que no cubrían aquellas.

    Recuerdo también que l@s banistas más avezad@s y atrevid@s nadaban hasta llegar a las bateas despertando mi admiración.

    A su orilla se acercaba habitualmente una gamela para encallarla a la espera de que alguien estuviese interesado en dar un paseo hasta las bateas, interrogar a su remero sobre curiosidades y escuchar sus relatos. Me quedan de él dos exclamaciones, ambas de reproche sobre experiencias de su vida que, o eran recurrentes, o mis padres en su evocación las hicieron así; una, ?¡Pero qué me das ahí!?; otra, ?¡Por cuatro patacones!?.

    Como en la playa de Compostela, había un barquillero, pero si en Compostela estaba equipado con su mítica barquillera, fundidos ambos en su paisaje, el de las Sinas portaba los barquillos en una cesta y era un personaje fugaz, crecía su figura viniendo desde el oeste hasta llegar al Restaurante y volvía a menguar hasta desparecer por el mismo punto.

    Algún verano estuvo una batea varada al borde de la orilla. Dependiendo de la dirección de la que soplara el viento, podía arrastrar por la arena el hedor que desprendía.

    Entre los fragmentados recuerdos de las Sinas que aún se hospedan en mi memoria en forma de imágenes, se encuentran una motora de la familia Reigada con la que sus hijos hacían esquí rasgando el agua de la ría y formando olas que animaban la orilla; y personajes que, como los cometas llamados generacionales que solamente vemos brillar en el cielo una vez en la vida, cruzaron la playa un verano haciéndola resplandecer de un modo singular, como el de un familiar de dos blogueros, Guillermo y Miriam Pollán, Lilí que creo que, con no más de 16 años de edad, pasó unas vacaciones con ellos. Yo, entonces, debía tener 10 años y me impresionó tanto su energía, su belleza y la alegría que desprendía, que quedó impresa, no sé si en el córtex o en el corazón, como uno personaje de película.
    Comentario por César Díaz de la Jara (17-01-2013 21:25)
    Estupendo el comentario de César y le aconsejo que no tenga tanto reparo en escribir en el Faiado teniendo en cuenta la regla de oro que es no faltarle al respeto a nadie.
    El restaurante que nombra es el de Daniel que estaba en la primera playa.
    Estaba esperando que Ruht entrase para complacer a Marité y Margarita y como están impacientes les diré que la que está de pié a la derecha es hija de Luis Taboada que tuvo un taller de zapateria al lado de la casa de Chantada en la que hoy es Plaza de la Independencia. En el blog hay muchas fotos de esa recordada familia.
    Comentario por Cándido (18-01-2013 22:28)


  • Estanislao Perez -TANIS-

    FOTOGRAFIA DE VIDA GALLEGA 1932

    Fue diputado provincial en 1923 y vicepresidente de la Diputación. Fue nombrado presidente de la Diputación Provincial de La Coruña a finales de 1935, miembro do Partido Radical de Lerroux desde su fundación en 1908.2​

    En 1925 le compra a Enrique Roel Münch una casa con finca en Iria Flavia, con una extensión de 11.500 metros cuadrados con miras a instalar en ella una fábrica. En un principio había pensado en la confección de lino, pero ante la escasez de materia prima y la creciente demanda de electrificación doméstica, se decantó por las bombillas. Así nacerá, en 1929, Lámparas Yria S.A3​ con un capital de 1.100.000 pesetas, que iluminaron muchos años en aquellos hogares,4​ siendo el propio Estanislao gerente y presidente del Consejo de Administración. El 66% era propiedad del fundador y el resto repartido entre el Banco Simeón, sus hermanos (Isidoro y José), hijos (Pepín, Manuel y Estanislao) y comerciantes varios.

    La producción de bombillas comienza en los primeros meses de 1929. Ya en 1927 había comprado a Magdalena Salas la patente para la fabricación de bombillas de incandescencia.

    En 1930 Estanislao contrata al ingeniero alemán Karl Feuchter para solventar los defectos de fabricación con los que salían los primeros ejemplares. Este decide cambiar la maquinaria obsoleta por otra más moderna. En 1931 se produce la nueva bombilla con buena aceptación por el mercado, sobre todo durante la Guerra civil, ya que era la única fábrica en la zona nacional. La competencia empieza a ser un problema así que se opta por aumentar la producción para ir a economías de escala. Introducen así mismo la publicidad, primero con un spot para cine donde se ve la fabricación y escenas de Padrón.

    Después anuncios en prensa, «Lámparas Yria, lucen como el sol de España». Stands en ferias de muestra, como las Ferias del Automóvil en Puentecesures los años 1950 y 1954. Elementos de merchandising como los lápices que tenían las torres de Iria.5​

    Aun así llegaron años de pérdidas. En 1944 la empresa decide ampliar el capital a 5 millones de pesetas, el 30% lo aportó la familia Artime y el 70% el Banco Simeón.Tras su muerte, Estanislao es sustituido por su hijo Estanislao Pérez Rey. En 1948 la empresa cuenta con 92 empleados, pero la compañía vuelve a entrar en pérdidas y en 1953 se reduce su capital social a 2.5 millones de pesetas y comienza a fabricar tubos fluorescentes, marca Veralux, que vende por toda España, figuran como comerciales los Sres. Moreiras, Carballido y Manuel Baliñas pero la demanda era poca. Más adelante se sigue renovando la maquinaria, se fabrican nuevos productos como los faros Opalux y Reflex. Iria no logra remontar y la fábrica cierra a mediados de los años 1970.

    También fue presidente del Consejo de Administración del Hotel Compostela.

    Al estallar la sublevación del 18 de julio de 1936 fue acusado de «jefe de los izquierdistas de Padrón» y encarcelado en los bajos del ayuntamiento de Santiago de Compostela. Cuando salió, dio dinero para reparar el presidio, con el fin de mejorar las condiciones en las que se encontraban los presos, dotando a los calabozos de Rajoy con agua corriente, lavabos, letrinas y cloacas. Luego, como podía pagárselo, pasó a una habitación del Hotel Compostela, bajo vigilancia pagada por él, pero una denuncia de la Falange de Padrón, acusándolo de sobornar a sus vigilantes, hizo que lo trasladasen al Sanatorio de Baltar, de donde salió en septiembre del 36.

    Fue expedientado por la Comisión Provincial de Incautaciones de Bienes en 1937.6​ Tras dicha denuncia Tanis fija su residencia en Villagarcía de Arosa hasta su muerte en 1944.

    No fue «paseado», en un primer momento gracias a la intervención de su hijo mayor, que cuando vinieron a buscarlo en plena noche se vistió el uniforme de oficial de las milicias universitarias y ordenó al sargento que se puisera «firme», le mandó dar la vuelta y «de frente, ar». En un segundo momento fue decisiva la intervención de Víctor Varela, un falangista de Villagarcía que trabajaba en las oficinas de Iria Flavia.

    Vida personal
    Se casó con Angela Rey Baltar, también de Padrón y hermana de Ramón Rey Baltar. Tuvieron 13 hijos: José, Manuel, Ángela, Estanislao, Dolores, Catalina, Eloy, Concha, Maruja, Isidoro, Rita, Carmen y Félix Pérez Rey.

    Hijos y antepasados de Estanislao Pérez Artime.
    Leonor Pérez Pita, Cuca Solana, exdirectora de la Pasarela Cibeles es nieta de Estanislao Pérez Artime, su padre también nació en Padrón. Su otro abuelo Víctor Pita fue el fundador de Conservas Cuca.


  • Boda en Lantaño

    Os Penide nunha boda.

    Deben estar casi todos, os que vivian en Santa Lucia i explaiados por outros lugares. Non sabemos de quen é a boda, pero si vemos a Dolores, nai de Elias, Marcelino, Lourdes, Lolita e Luis

    El que está en cuclillas con los niños y de gafas es Pepe, el padre de los Vallejo, hermano de Luisa la madre de Luis Carlos Penide, en la 3 fila, la señora de pelo blanco es mi abuela Esperanza también hermana de Luisa y la siguiente es su otra hermana Nieves.

    Comentario por Isolino Diéguez (14-08-2023 12:40)

    El novio es de Lantaño, se apellida Perez y vivía cerca de la iglesia, en Lantaño por supuesto.

    Comentario por José Luis Exposito (14-08-2023 12:41)

     

     

     


  • Pode ser unha boda

    Casaba en Baion, Luis Señorans, de Andras, na imaxen fotografiase cos sobriños.


  • En Godos

    Abaixo a dereita, un moi novo Marcelino Penide, supoñemos que ca sua familia de Godos


  • Carmen da Pobra

    Carmen Rodriguez Dios, ela era da Puebla pero pasaba grandes temporadas en Vilagarcia, o seu marido era patron de pesca chamabase Marcelino Pou, descendiente de catalans. Carmen era sogra do Comandante Sotomayor que xunto a Galvao secuestraran o trasatlantico Santa Maria no ano 1961 intentando chamar a atencion sobre as dictaduras de Salazar e de Franco. Tamen era bisaboa e tataraboa dos Boveda Mouriño, Cora Mouriño, Fernandez Pou…


  • San Xulian

    É a Illa de Arousa ,san Xulián,o crego do medio é Don Manuel e o do fondo D.Olimpio
    comentario por Manuel Dopico.
    El sacerdote de gafas es Daniel Cerqueiro.
    comentario por Cristina Garrido Iglesias
    Si era mi hermano
    comentario por M Jose Cerqueiro

  • Confirmacions na Illa

    A igrexa é a da Illa de Arousa, nunha das fotos está Don Olimpio, que foi párroco da illa moitos anos

    comentario de Cruz Aragunde