Categoría: ALAMEDA, A MARIÑA E VECINDADE


  • Vestida de blanco, neva en Vilagarcia

    Cando neva no noso pobo, co clima de humedade o frio e terrible, de aquela as casas non tiñan  calefaccion, o pais non estaba para eso.

    Pero a nosa Alameda non pode estar mais bonita…¡BELLISIMA¡


  • 7 de Xaneiro do 2025, martes

    Subidas en Familia, Os Deportes Naceron ca Escuadra.

    En portada A Banda de Musica na Alameda, casi no mesmo espacio en que estaba o Palco da Musica. Onte, repasando as festas de Vilagarcia no ano 1959, vimos a grandeza de esas festas, o espectacular si as comparamos co que temos. Por certo, a Banda de Musica actuaba casi a diario na Alameda as once da noite.

    Bos dias, deixamos atras as festas do Nadal. Saude


  • Edificacions na Marina

    Escomenzaban os recheos era 1968, ocaso da terraza do Casablanca, aparcados os seiscentos, utilitarios que empezaban a estar ao alcance das familias.


  • A Vizcaina

    La Avenida de La Marina (posiblemente aún Calle Ramiro Cores), sorprendentemente cubierta por un ligero manto de nieve, con los ‘chopos’ podados -erguidos testigos del mar embravecido-, y el malecón que soportó estoicamente, durante tantos años, la furia de ese mar.
    Podemos ver también, además de la ‘Plaza de la Pescadería’ y del ‘Hotel La Vizcaína’ -como figura en el pie de foto-, por la derecha: la ‘Estación Sanitaria del Puerto’, los castillos de madera de ‘Lantero e Hijos’ y el edificio en construcción de ‘Almacenes La Palomita’.
    Por la izquierda, desde el fondo: edificio en el que estuvo la ‘Agencia Consignataria de Gerardo Prego’, la taberna de ‘La Pega'(?), el chiringuito de ‘La Manca’, callejón del Cristo, edificio del almacén de ‘Cros’ -que ardió interiormente, como ya se comentó en otro lugar de este blog-, callejón de Gómez Abal, parte trasera del ‘Hotel la Diana’, ‘Almacén de Coloniales de Calixto Abalo’ (antes ‘Almacén de Vidales’), edificio en cuyo bajo estaba ‘Ultramarinos Albino Cores’ (yo vivía en el primer piso), edificio en el que vivían los propietarios del ‘Bazar X’, el mencionado ‘…Vizcaína’, Avenida Conde de Vallellano, y el edificio en el que vivía, entre otros, don Ramiro Caamaño.
    Lamento no conocer el nombre de los propietarios de algunos de los edificios citados, por cuyo motivo cité a los inquilinos. Espero que alguien pueda aportar datos más precisos.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (29-09-2009 22:43)
    Al fijarse en la parte derecha de esta fotografía, da la impresión de que ya había comenzado el relleno, y no sólo por los escombros que parecen apreciarse, sino porque ya no existe el pequeño muelle de piedra.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (29-09-2009 22:53)
    Siguiendo el comentario de Roberto,yo me voy a situar en la fuente del Castro yendo hacia el Colegio León XIII en la acera derecha habia una peluquería de caballeros (No recuerdo el nombre), la casa de los Troche (Juanín,sus hermanos y sus padres),la casa de Palmirita Barreiro Meiro,Nieves(La planchadora),la taberna de Pepe el ferrolan,el taller de ebanistería de Antonio Briones(maravilloso pintor)y despues del taller cruzaba el callejón del Cristo.Siguiendo la acera estaba la tienda de Rosa(ya comente en otro apartado que en esa casa vivía yo),un pequeño taller,la casa donde vivía PACUCHO,la casa de los Gallardo y haciendo esquina la fruteria de Pepe Fandiño.En la acera de la derecha,el almacen de”Cros”,otra casa pequeña,la casa de Camilo el “Paragüero” arreglaba paraguas, afilaba cuchillos, tijeras etc..pasando el callejón y siguiendo la acera ,la casa de Lolecha,un taller donde se hacian chapas para las botellas de gaseosas,y por ultimo una casa donde en el bajo guardaban los barriles de vino el dueño del bar Tres Balcones.Terminaba la calle y enfrente estaba el colegio León XIII.Este es mi recuerdo pero seguro que faltan datos,me fui de mi querido CASTRO,con once años.Espero que alguien corrija los fallos.
    Comentario por Margarita Coello Nuñez (02-10-2009 17:01)
    Sobre el comentario num.3:en la peluqueria de caballeros que estaba enfrente al Bar Jup trabajaba Juan Renda+ que estaba casado en Carril con Sofía Dios+.
    Comentario por xanote (03-10-2009 16:53)
    Sobre el comentario 3, creo que yendo hacia Leon XIII la casa de Palmirita etc. quedaba a la izquierda,y en el bajo de la citada tuvo durante muchos años mi padre una pequeña fábrica de”somieres y telas metálicas” para redondear el sueldo de la época y poder sacar adelante a la prole.Estoy hablando sobre los años cincuenta y tantos
    Comentario por Carmen V (15-03-2010 18:01)


  • Ano 1963

    En esta imagen, estampa insólita, auténtica e irrepetible, todo parece haber sido espolvoreado con azúcar glasé. La fina capa de nieve, manto de blancura inmaculada, le confiere un especial atractivo a los árboles que, sin hojas en sus ramas, parecen alzar sus brazos al cielo.
    La Alameda, lugar de juegos infantiles bajo la atenta mirada de madres y abuelas, me trae recuerdos de caídas, de rodillas con rasguños y arenas incrustadas, diciendo entre ?hipos? que te habías hecho daño. En realidad, decías que te habías hecho ?pupa?. Luego, humedeciendo con saliva un pañuelo, te limpiaban la herida y te sentaban en el banco donde ellas estaban. Y allí quedabas tú, balanceando las piernas hasta que te cansabas -porque la altura del banco no te permitía llegar con los pies al suelo-, volviendo de nuevo a corretear por la pista, sorteando a las personas que se cruzaban, calmosamente, en tu camino. Y volvías a caer. Y volvías a lastimarte.

    El banco corrido del malecón, descanso del paseante, en el que te sentaban, tenía para ti el mismo inconveniente que los bancos de la Alameda, y balanceabas las piernas hasta el agotamiento, golpeando con los tacones y taloneras de los zapatos el paramento inferior. Entonces, revolviéndote, te ponías de rodillas, y apoyando las manos en la parte superior del respaldo, contemplabas el mar y los barcos que se balanceaban acompasadamente. Al poco rato, las rodillas empezaban a dolerte y te ponías de pie, sujeto por los brazos de la persona que te acompañaba, pero esto duraba poco tiempo. Quien te sujetaba, tenía que hacer torsión con el tronco, en forma de hélice, y esa postura cansa mucho, naturalmente. Por ello, la contemplación marítima se daba por terminada; y a pasear, que es muy saludable.

    Y el mar, ¡Oh, el mar!, al que tuvimos siempre tan cerca, al alcance de la mano -y, sobre todo, de la vista-, formaba parte de nuestras vidas. Era como nuestros abuelos, padres o hermanos: un miembro más de la familia. Hoy, sin embargo, lamentablemente, el mal llamado ?progreso? -o los que así lo consideraron-, ha hecho que este mar, nuestro mar, se haya convertido en un pariente lejano. Muy lejano.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (01-10-2009 16:44)

    Estoy sintiéndome contigo en tu narrativa Roberto, pues era exactamente eso lo que vivíamos los niños cuando nos llevaban a paser…
    Esta foto, como dices, és de una belleza única. Lo dice todo.
    El banco corrido que mencionas es el mismo a que me refería en mi aventura con Aurélio, en que estaba la platea toda de la Alameda,al comentar la foto “HOYOS” [6]de “A Villagarcía de onte”, y, como puedes imaginar, ver esa foto ahora, me hace revivir grandes emociones, principalmente con tu comentario.
    Saludos
    Comentario por José Manuel Casalderrey (01-10-2009 17:54)
    Roberto, vuelvo para felicitarte publicamente por este hermoso y delicado texto.
    Un saludo
    Comentario por luis (01-10-2009 19:11)
    Muchas Felicidades Roberto,por este precioso relato.
    Comentario por Margarita Coello Nuñez (01-10-2009 19:31)
    Esta foto tiene que corresponder a la nevada caída el sábado 2 de febrero de 1963. La siguiente nevada sobre Vilagarcía se produjo en la Navidad de 1970 y en esa fecha el Casablanca ya no existía.
    Comentario por javier bouzada (01-10-2009 21:06)
    Me abrumáis con vuestas felicitaciones, que agradezco muy sinceramente, y celebro que os haya gustado el enunciado, que está hecho desde el recuerdo y la añoranza de un tiempo vivido mirando al mar. Gracias a todos.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (01-10-2009 22:00)
    Luis, quiero aprovechar este espacio para celebrar tu vuelta, y agradecerte la deferencia que, a título particular, has tenido conmigo esta tarde. Un abrazo.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (01-10-2009 22:12)
    Roberto, fermoso o teu comentario. Noraboa
    Comentario por lolita camiño (01-10-2009 22:39)
    Todos los comentarios son muy buenos, cada uno en su estilo, pero Roberto es el “Neruda” de este Blog
    Comentario por Casilda Vila (12-10-2009 14:07)
    yo recuerdo la del 1986 el destino quiso ser caprichoso y nos deleito con la blacura de la nieve dejandonos a cada generacion de jovenes una bonita estampa invernal inusual cerca del mar
    Comentario por conchi abal (12-10-2009 19:47)
    Es más que evidente, que Casilda es amiga mía. Sin embargo, sé que sus comentarios son sinceros, y le agradezco mucho la mención que hace del gran poeta chileno.
    Con elogios como éste, cualquier ego puede ser víctima de una sobrealimentación. Un fuerte abrazo.

    Comentario por Roberto Núñez Porto (12-10-2009 20:11)
    He vuelto de nuevo a esta fotografía, porque la considero una preciosa Postal Navideña. Al parecer, según comenta Javier Bouzada, esta nevada no corresponde al mes de diciembre, sino al de febrero (1963). Sin embargo, lo realmente importante, lo sustancial -aunque, inusual en estas latitudes-, es la imagen y lo que simboliza.

    Un paisaje nevado, suele ser evocador. Tal vez, nostálgico. Pero, siempre romántico. La sensibilidad emerge al contemplarlo, y no deja a nadie indiferente. Por ello, en este 24 de diciembre, me tomo la libertad de elegir la fotografía ¡Qué frío!, como Postal Navideña 2009 de ?O Faiado da Memoria?.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (25-12-2009 01:00)


  • As casiñas pequenas da Marina

     

    Aproveitamos o paseo polo peirao, a Exposicion da primeira Feria Exposicion Agricola e Industrial, pra botar un ollo a parte da fachada maritima de Vilagarcia. O edificio da esquerda, o mais alto, mandado construir  polo Pai de Domingo Villar, a continuacion varias casas pequenas, blancas, preciosas


  • O Casablanca, a sua terraza

    Yo he jugado mucho ahí. Recuerdo que debajo del Casablanca había de todo: gatos, botellas rotas, …

    A veces mi abuelo me mandaba a recoger “culos” de botellas rotas.

    Él luego convertía aquella parte de la botella (quitando lo que sobraba) en tinteros para la tinta de los zapatos (negra, marrón, etc.) que metia en agujeros que tenia la banquilla de zapatero.

    Cuando ponemos una botella boca abajo vemos que el hueco que forma el fondo es parecido a los tinteros de la escuela pero en grande.

    Comentario por Paco Salgado (08-08-2009 23:38)

    El Casablanca fue derribado en el año 1968 para iniciar los rellenos, aunque estos no empezaron hasta 1970.

    Comentario por javier bouzada (19-09-2009 18:40)

    recuerdo jugar en la rampa y los niños tirandose al agua cuando la marea lo permitia, recuerdo los camareros del Casablanca cuando nos reñian o cuando por la noche ibamos a espiar por las ventanas del casino

    Comentario por marisa (04-02-2010 22:54)

    Eu tamén recordo moitísimo o Casablanca.Debaixo teño recollido bastantes cartos, dos que lle caían entre as rendixas de madeira aos que xogaban a partida alí.Jajajaja, que recordos máis bonitos.De feito ahí mesmo celebrou a súa boda miña tía Marichí(irmán de meu pai Pepiño o de carús).Qué gusto da ver estas fotos.

    Comentario por Pepe Armas (09-11-2011 17:01)


  • Teté Fernandez

    Moi a principios dos anos sesenta, Teté Fernandez, filla de Milita e Pepe do estanco da Marina


  • A Pescaderia

    A la derecha de la fotografía vemos en primer lugar el edificio que fue almacén de abonos y cereales “Cross” (creo que se escribía así), que un incendio destruyó todo el interior, quedando únicamente las cuatro paredes exteriores. A continuación sigue estando el callejón que conduce a la plaza del Castro, donde está la fuente poligonal. Le sigue lo que fue la parte trasera del “Hotel La Diana”, y que actualmente es el bar “La Fábrica”. La casa baja que está a continuación fue, primero, el almacén de coloniales “Vidales”; y, años más tarde, también almacén de coloniales de “Calixto Abalo”. En el siguiente edificio, bajo y dos plantas -además de buhardilla-, estaba la tienda de ultramarinos de “Albino Cores”; en el primer piso nací yo, y allí viví con mis abuelos hasta que me casé. Y ya no sigo, porque creo que me estoy pasando de rosca.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (30-06-2009 19:14)
    Lo siento, pero tengo que continuar. ¡No puedo resistir la tentación! Al fondo, se ve el edificio en cuyo bajo está “Calzados Jamardo”. Pues, bien, ahora se agolpan los recuerdos porque esta fotografía me retrotrae a mi infancia, porque ya he dicho en mi anterior comentario que yo nací y viví en una de las casas de esta calle. Antes del edificio en cuestión, pues todavía no existía la avenida Conde de Vallellano, estaba el garaje de mi abuelo, Moncho Porto, y, justo al lado el Bar Xesteira (en su primigenia ubicación). Luego, un callejón y el “Hotel La Vizcaína”, en cuyo bar-cafetería tenía una pizarra en la que rezaba: “Menú del día, chuletitas de cordero y ensaladilla”. Y así figuraba durante todo el año. Debo decir, sin embargo, que eran unas personas encantadoras. Y, como decían en el concurso televisivo “Un, dos, tres”, hasta aquí puedo llegar. Espero no haberos aburrido.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (01-07-2009 20:50)
    Menos mal que te acuerdas del incendio, pues yo ya hace tiempo que lo mencioné y nadie se acordaba.
    Comentario por luis (01-07-2009 23:56)
    Contiuando por la calle de la Marina, después de Calzados Jamardo (al que recuerdo cuando trabajaba en La Madrileña), estaba una tienda de efectos navales y luego Bouzada que tenia el almacén en la misma calle pero más hacia el Casablanca.
    ¿Como se llamaba aquella tienda de efectos navales?. Recuerdo Calicó y Navales Paz pero no el nombre de este establecimiento.
    Comentario por Paco Salgado (07-07-2009 18:07)
    El establecimiento de efectos navales al que te refieres, se denominaba Rosés Ferrer. De todos modos, amigo Paco, el escenario era el siguiente:
    En la esquina había una mercería cuya propietaria era la hermana de Enrique Jamardo, el de Calzados Jamardo. A continuación estaba el portal del edificio en el que vivió Ramiro Caamaño y Manolo Costa con sus hermanas. El bajo de ese mismo edificio, lo ocupaba el mencionado establecimiento de efectos navales; le seguía el almacén de coloniales de José Bouzada y, ya en la esquina, la sucursal del Banco de Santander, que aún continua.
    Ahora bien, este es el pasado reciente. Porque, años atrás -yo lo recuerdo porque soy mayor que tú y que Luis. Carlos será más o menos de mi edad, creo- el escenario era el siguiente:
    Después del callejón que he mencionado en otro comentario de esta misma fotografía, estaban el Bar Xesteira, Garaje Porto, Arbitrios Municipales -allí le ponían las chapas a las bicicletas, previo pago del impuesto correspondiente-, almacén de José Bouzada y, por último, la delegación de Jesús Lago y Lago, que tenía la exclusiva de Philips (aparatos de radio, tocadiscos, bombillas, planchas eléctricas, etc.)
    El local ocupado por Arbitrios Municipales, fue el que luego ocupó Rosés Ferrer; y el de Lago y Lago, es el actual Banco de Santander.
    Años más tarde, Lago y Lago se trasladó a Rey Daviña.
    Perdonar que me haya extendido tanto, pero los recuerdos van surgiendo y no puedo parar. ¡Qué mayor soy, coño!

    Comentario por Roberto Núñez Porto (07-07-2009 20:40)
    No tengo mas remedio que entrar y comentar, porque habéis mencionado la casa en donde residí al venirnos del barrio de la Prosperidad y hasta que me casé. En el bajo había unos efectos navales, como bien dice Roberto, y creo recordar que ahí trabajaba Cunino, en el primer piso vivía el Sr. Ramiro Caamaño con su segunda mujer, tuvieron una hija que se llama Marina y vive en Madrid hace muchos años, recuerdo que en invierno el Sr, Caamaño utilizaba una capa muy curiosa.
    En la segunda planta hubo varios residentes, no recuerdo a Manolo Costa, nosotros comenzamos a residir ahí en el año 1968, pero si recuerdo que durante una temporada residió un pintor que ahora es muy conocido y no recuerdo su nombre; y en la tercera planta, que fue una ampliación del edificio, era casi un ático, viviamos mis padres mis hermanos y yo, hasta que me casé como ya he dicho; era un piso grandísimo con cinco habitaciones, una galería-balcón de casi 15 metros de largo, que el dia del Combate Naval se llenaba de familiares y amigos. Perdón por extenderme tanto.
    Comentario por Carlos Túñez Collado (08-07-2009 14:06)
    De lo que cita Roberto únicamente no recuerdo con claridad la oficina de arbitrios ni el taller de su abuelo. Recuerdo perfectamente los efectos navales , Bouzada y Lago y Lago.
    También recuerdo a Ramiro Caamaño, su familia y su perro de aguas.
    En 1.968 yo ya estaba “mas fuera que dentro de Villagarcía” y no recuerdo a los Tuñez viviendo allí.
    Roberto: no somos viejos, somos veteranos.
    Comentario por Paco Salgado (08-07-2009 19:04)
    Carlos, creo que era en el segundo piso -tenía galería acristalada- en el que vivía Manolo Costa y sus hermanas. Luego, cuando él se casó, continuaron ellas viviendo allí, pero no puedo recordar la fecha. Sin embargo, los conocía desde que yo era un niño, porque yo nací y viví 23 años en la calle Juan García, que es aledaña y paralela a la avenida de La Marina.
    De todos modos, si tú no los recuerdas, es indudable que ya se habían ido.
    Efectivamente, la galería era enorme y la vista tenía que ser extraordinaria.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (08-07-2009 19:19)
    Paco, el garaje de mi abuelo y el Bar Xesteira, desaparecieron cuando se abrió la calle Vallellano. Y los efectos navales Rosés Ferrer ocuparon el local en el que había estado la oficina de Arbitrios, pero muchos años más tarde. Porque Cunino, como bien dice Carlos, trabajaba en los citados efectos navales, pero antes había trabajado en Carrocerías Castro; primero en Las Carolinas-Villagarcía, y más tarde en la factoría de Santiago de Compostela. Ese puede ser el motivo por el que no recuerdas el garaje-taller de mi abuelo, Moncho Porto, al que tus padres conocían de siempre.
    De todos modos, como los barrios y las calles han cambiado tanto, y tantas veces, uno acaba mezclando las imágenes y los recuerdos. ¡Los años, Paco, los años…!
    Comentario por Roberto Núñez Porto (08-07-2009 19:40)
    Roberto, tengo un recuerdo muy curioso relativo a tu abuelo, aun que yo era muy pequeño.Sabia hacer , muy bien por cierto,y artesanalmente las copias de las llaves tipo “yale”.
    Despues vinieron las maquinas copiadoras y todo el trabajo artesano se acabó.
    Comentario por luis (09-07-2009 14:15)
    Luis, agradezco mucho tu comentario porque lo considero como un homenaje a mi abuelo.
    La llave clásica de anilla, vástago y paleta dentada -que rompía los bolsillos de chaquetas y pantalones, debido a su tamaño-, fue sustituída por el llavín “Yale” que, por su pequeño tamaño, menor peso y mayor seguridad, fue aceptada y adoptada en todo el mundo.
    Como tú dices, si le llevabas la llave de muestra a mi abuelo Moncho, para hacer una o varias copias, él adquiría en la ferretería los llavines en bruto -que podían ser derechos o izquierdos, según tuvieran la ranura en una u otra cara- y, con infinita paciencia, lima triangular de pequeño tamaño y comprobación constante de la altura y profundidad de los dientes con el calibrador o “pie de rey” -como diríamos en el Instituto Laboral-, hacía las copias correspondientes, exactas a la muestra original.
    Pero aún hay más. Cuando alguien perdía las llaves originales, y comprar una nueva cerradura suponía un desembolso importante, se quitaba ésta de la puerta y se desmontaba el bombín, poniendo especial cuidado en que los diminutos muelles y los pitones no saltaran por los aires, y se iniciaba el minucioso proceso de mecanización de una nueva llave, con la dificultad añadida de no disponer de la muestra original. Aquí, la utilización del mencionado calibrador o “pie de rey” era de vital importancia. La altura de los diminutos pitones tenía que ser medida a la décima de milímetro. Si alguno se perdía, había que hacerlo nuevo; y si algún muelle salía disparado como una bala -misión imposible encontrarlo-, había que hacerlo nuevo también, valiéndose de una cuerda “prima” de guitarra. Todo esto antes de finalizar la jornada, porque la puerta de la casa no podía quedar abierta toda la noche. ¡Sólo faltaba que la llave no abriese la cerradura!
    Como podéis ver, se trataba de un trabajo de mecanizado de precisión, realizado de una manera totalmente artesanal. Hoy, con las máquinas copiadoras, cualquiera puede hacer la copia de una llave. Pero si ésta se pierde ¡compren una cerradura nueva!
    Comentario por Roberto Núñez Porto (09-07-2009 23:10)
    Hola a todos un saludo,bueno creo que el comercio de efectos navales al lado del almacen de Bouzada era el de Roses,si mal no me engaño corregirme si estoy engañado,pues yo me crie en vilagarcia desde los 4 años hasta los 28 que me case y vivo en Carril,un abrazo.
    Comentario por Manuel Vazquez Dios (12-07-2009 18:59)
    Hola denuevo,yo comentandole al amigo Porto,mucho me acuerdo del Señor Porto el taller que tenia al lado del linternero Moncho era todo a un correr estaban los castillos apilados de tablilla y tambien un taller de mecanica de coches de un tal Manolo de Bamio,tambien me acuerdo el padre de Mari Carmen la de pulperia mesejo solia ir su padre con un remolque mazar el pulpo,tiempos aquellos,mucho gusta recordar,un abrazo.
    Comentario por Manuel Vazquez Dios (12-07-2009 19:05)
    Agradezco a Manuel Vázquez Dios -al que no sé si conozco- su comentario sobre el taller de mi abuelo.
    Una vez que el Ayuntamiento notificó la intención de demoler el garaje-taller, así como varias casas y edificios, para la apertura de una nueva calle (la actual Conde de Vallellano), éste se trasladó a la zona del Cavadelo, justo al lado del entonces almacén de maderas de Lantero e Hijos, tratándose de una concesión de ocupación de terrenos de la entonces Junta de Obras del Puerto (actual Autoridad Portuaria), en los que hoy está ubicado el edificio del Juzgado y Policía Nacional.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (13-07-2009 20:48)
    Se nos habia pasado citár a el padre de “Monchuruco”, que no se por que le llamaban “Moncho el Quina”. Era otro de los artesanos que se les denominaba linterneros-hojalateros, y a veces tambien hacian trabajos de fontaneria.
    No estoy seguro, pero creo que tenia su negocio en el callejón donde se abrió la calle Conde de Vallellano.
    Comentario por luis (14-07-2009 15:57)
    Xa que nomeades a Ramiro Caamaño e como curiosidade espero non me equivocar: foi unha das primeiras persoas en ter coche en Vilagarcía (non sei se o primeiro), tiña o teléfono nº 1 e o se apartado de correos era tamén o nº 1.
    Comentario por Mari Carmen Arines (15-07-2009 00:59)
    No recuerdo dónde estaba, al principio, el taller de hojalatería del padre de “Monchuruco”. Pero, finalmente, lo tuvo al lado del taller de mi abuelo, en la zona del Cavadelo. (ver comentario 18).
    Comentario por Roberto Núñez Porto (15-07-2009 01:36)
    El comentario 18 de Roberto me tre el recuerdo claro del taller de Moncho Porto en el Cavadelo. Así como el de la ubicación anterior lo tengo muy difuso porque me “lo borra” el recuerdo de las obras de la calle, en este lugar si que lo recuerdo cerca de los castillos de madera que allí había.
    Esto de recordar es como coger cerezas de un cesto: tiras de una y, a veces, vienen otras enganchadas.
    Comentario por Paco Salgado (15-07-2009 18:16)
    Paco, el ejemplo de las cerezas es de lo más pedagógico. Me ha encantado, y te felicito.
    Ahora que recuerdas el taller de Moncho Porto, te agradecería que leyeras el comentario 15. Gracias.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (15-07-2009 20:25)
    Mari Carmen Arines tiene toda la razón, nosotros no teníamos teléfono en casa, sólo en el Bar Derby, y cuando necesitábamos llamar, como buenos vecinos que siempre fuimos, Ramiro nos dejaba llamar, efectívamente tenía el nº 1.
    Comentario por Túñez (15-07-2009 20:27)
    Este blog crea adicción y yo leo todos los comentarios y, algunos de ellos, más de una vez.
    El número 15 de Roberto, como todos, lo leí y recordé cuando intenté reparar una cerradura tipo yale. Al desmontar el bombín, me saltaron por los aires los pitones y los muelles. Como yo no sabia hacer otro muelle con cuerda de guitarra como el abuelo de Roberto, tuve que buscar todo y ayudado por la llave y me vi obligado a recomponer cada pitón y muelle en su sitio lo cual no fué tarea fácil. Lo conseguí despues de varios intentos.
    Lo bueno es que entendí perfectamente como funcionan ese tipo de cerraduras.
    Hoy hubiera ido a la ferretería a comprar otra cerradura pero entonces el valor de las cosas era muy diferente y como dice otro colega de Instituto, los que estudiamos allí nos atrevemos a hurgar en todo y no queremos sentirnos derrotados. ¡Lo resolvemos aunque sobren piezas!
    Comentario por Paco Salgado (15-07-2009 23:16)
    Paco, he leído con mucho interés tu comentario -el núm. 25-, y observo que sientes curiosidad por las cosas, y te atreves con lo desconocido. Estoy hablando de cosas materiales, naturalmente. Porque, atreverse a desmontar el bombín de una cerradura “Yale”, tiene su mérito. Y recomponerla, no está al alcance de cualquiera. Y sé de lo que estoy hablando.¡Eres un fenómeno!
    Como tú dices, los que hemos estado en el “Laboral”, con mayor o menor aprovechamiento, tenemos tal grado de curiosidad que, a veces, se convierte en verdadera osadía. Se puede decir, aún a riesgo de pecar de presunción, que somos una raza diferente.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (16-07-2009 01:23)
    No pecas de presunción en absoluto Roberto, en aquéllos tiempos teníamos que aprender por fuerza, por no decir otra cosa, casi todo teníamos que hacerlo, por eso poníamos mucho interés en las cosas, hoy nos lo dan todo hecho, sin apenas esfuerzo, para montar esto o aquéllo, todo lo que se aprendió en el Instituto, hoy vale por dos, sin pecar de presunción, hoy dia yo nunca aviso a ningún operario para que me arregle esto o aquéllo, tengo un pequeño tallercito en mi trastero, amo el bricolaje y me atrevo con todo, y gracias a muchas cosas aprendidas en el Instituto, en sus talleres.
    Comentario por Túñez (16-07-2009 20:36)
    Por alusiones, aclarar que de fenómeno nada. Atrevido, osado, etc. , eso sí.
    La historia comenzó con: “esta cerradura falla algunas veces, habria que verla”.
    En mi casa “habria” era sinónimo de: Paco, en cuanto puedas…..
    Y creyendo que aquello estaría chupado me metí en aquel “fregado” y crei que no salia y que tendríamos que dormir con la puerta atrancada.
    Comentario por Paco Salgado (16-07-2009 23:21)
    Antes de los Tuñez, vivimos nosotros hasta que nos trasladamos a La Marina, entonces la calle se llamaba Ramiro Cores y el número de ese edificio era el 12.
    El señor Caamaño representaba a Gallina Blanca y nunca olvidaré que los primeros chicles y la crema de cacahuete nos los regalaba él.
    Comentario por Miguel Ruiz (21-07-2009 08:50)
    Efectívamente Miguel, antes la habitásteis vosotros, no lo recordaba, pero sí recuerdo que a veces en casa comentábamos que la vista que tenía el práctico para controlar la entrada de buques era inmejorable, recuerdo tambien, que cuando yo estába navegando y venía a Villagarcia, yo desde el barco y mi familia desde la gran terraza nos saludábamos por medio de la visión con unos prismáticos.
    Comentario por Túñez (21-07-2009 19:33)
    Ramiro Caamaño tenía el teléfono nº 1 (hasta que el 1 de noviembre de 1970 se automatizó la línea) y al apartado de correos nº 1.
    Comentario por javier bouzada (19-09-2009 17:21)
    “Monchuruco” tenia el taller donde hoy es “Caixa Vigo” al lado del ultramarinos del Sr. Manuel el arousan (mi abuelo)
    Comentario por luz (20-10-2009 17:44)
    32 Rectificación:
    En el comentario 18 mencioné, equivocadamente, el almacén de maderas de ‘Lantero e Hijos’. En realidad, se trataba de ‘Maderas Aquilino Lantero’, de acuerdo con la certera corrección que me hizo Julio en ‘Posando’, pág. 3, ‘Gelines, Juan e Javier’, coment. 3. Dicho queda.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (03-04-2010 21:53)
    33 Efectivamente las hermanas Costa residieron en el 2º piso hasta que se trasladaron a la calle Brandariz,ovcupando despues el piso el pintor Anton Llamazares,cuyas obras a veces se amontonaban en las escalerasñ
    Comentario por O son do vento (06-12-2010 17:32)

    Te diré que el Sr. Caamaño era una persona corpulenta y con muy buen carácter. Sé que falleció mayor, pero no te puedo dar más datos personales, pero sí decirte que trabaja con las representaciones de importantes firmas nacionales, tal como Achicoria La Noria y los turrones Monerris Planelles y una de aceite que no recuerdo. Como lo conocí, si veo alguna foto en el Faiado te dejo aviso en el Libro de Visitas.
    Comentario por Cándido (05-07-2011 22:35)
    Del mismo modo que mi amigo Cándido, yo también conocí a D. Ramiro Caamaño y a uno de sus hijos. Desconozco las fechas que solicita José Antonio, pero sí puedo decirle que, siendo ya mayor, se casó en segundas nupcias, de cuyo nuevo matrimonio tuvo un hijo.

    Efectivamente, como apunta Cándido, el Sr. Caamaño era agente comercial de reconocido prestigio; y, además de las marcas comerciales citadas, recuerdo la última representada por él -tal vez, el producto “estrella” de la época- fue ‘Gallina Blanca’. Esto es todo lo que puedo añadir.
    Comentario por Roberto Núñez Porto (01-11-2011 14:14)
    enfrente de esos hombres esta el callejon del ahora llamado churrasco plaza y justo enfrente de ese mismo callajon hay otro donde hay un cristo en la pared pues hay vivi yo durante muchos años y donde aun permanece la casa de mi abuela. hay donde esos hombres llego a haber columpios donde yo jugaba de pequeña. que recuerdos mas lindos.
    Comentario por sonia (17-09-2012 10:24)

    En el segundo vivían los Acosta, un señor y dos hermanas y en el primero, efectivamente el señor Caamaño y su mujer Marina con su hija Marinita, más joven que yo. Tenían un loro y dos perros, algo inusual en aquella época dentro de un piso , tal vez un braco de manchas y un pastor de aguas castaño llamado Brens y un piano que el señor Caamaño tocaba alguna vez. Los recuerdo cómo personas afables y acogedoras , me encantaba visitar su casa , llena de pequeños misterios para una niña que yo , con olores peculiares tal vez por los productos que él representaba .El hijo que mencionáis de su matrimonio anterior trabajaba de jefe en Correos. Cuando nos trasladamos de piso tal vez en el año 61 ó 62 el señor Caamaño aún vivía.
    Comentario por Cecilia Ruiz Montero (30-01-2022 09:19)

    Yo nací en el año 53 en el tercer piso de donde vivía El señor Caamaño. Según oí contar a mi madre, lo estrenamos nosotros ya que fue un añadido a los dos anteriores. Lo construyo Oubiña, un señor delgado y que llevaba habitualmente boina, lo recuerdo tomando los vinos en la Baldosa.Mis padres al llegar de Barcelona vivieron en el Piñeiriño y se trasladaron a ese piso para que mi padre pudiese ver la llegada de los barcos.
    Comentario por Cecilia Ruiz Montero (30-01-2022 09:20)


  • O Muelle de Ferro

    Unha verdadeira xoia esteticamente falando. Somos conscientes que non valia pra o desenrolo normal do puerto, na foto vemos os barcos fondeados por fora da estructura do muelle. Eso non quita que como sempre decimos, se mantuvese o MUELLE DE FERRO.

    Como en varios lugares da Gran Bretaña, ou en Portugalete, mostra do patrimonio histórico da arquitectura e a inxeniería do ferro do seculo xix, das mesmas datas que o noso

    Que bonito seria.