Diario de Arousa-2014-10-26-008-
OLALLA BOUZA 26 DE OCTUBRE DE 2014,
La ciudad comenzaba a cambiar, para bien y para mal, hacia un nuevo urbanismo que la alejaba de aquella villa bañada por el mar y uno de los grandes proyectos de esta era fue “la ciudad jardín” de A Lomba, formada en su mayoría por chalets adosados en la que residieron funcionarios municipales y de otras administraciones establecieron d s.
El proyecto se anunció en abril de 1955 por un presupuesto de 3,9 millones de pesetas. “Cuando se tracen y acondicionen las calles y estén en funcionamiento todos los servicios inherentes a este magnífico grupo de viviendas es indudable que aquella extensa y hermosa zona cobrará no solo un valor urbanístico sin parangón en Vilagarcía sino también que ganará mucho en belleza”, señalaba El Pueblo Gallego en 1956.
Finalmente el proyecto se hizo realidad, los chalets se conviertieron en hogares y uno de los niños que correteó por aquellos jardines fue Moncho Paredes, que recuerda perfectamente la distribución de las casas. La primera, entrando por Matosinhos, era la de José Bazaco, “que era única”, y en esa zona vivían también César Morales, Celestino Ramos, Francisco Pérez (militar), Enrique Meyer (cargo del Ministerio de Vivienda), Manolo Novo (empleado municipal), José Fernández (de obras del Puerto), Emilio Pérez Antelo, José Burés y Enrique Melio (empleados municipales). En la zona central, relata Paredes, se situaban las casas de Antonio Villaronga, Paulino Piñeiro (juez), Manuel Trillo (practicante), Fole (empleado de la banca), Francisco Novoa, Moncho Paredes (padre), Teófilo Sábchez, Francisco Mouriño (militar), Jesús Castro, Luis García y Luis Blanco (guardias municipales) y Antonio Bugallo, cuya casa ponía punto y final a este área. “En la fila de la izquierda la primera casa individual era la de Antonio Ricoy, seguida por la de Joaquín Durán (guardia municipal que luego expendía carnets de identidad), después la de Octavio del Río (aparejador), las siguientes eran las de Avelino Campos (ferroviario), Antonio del Río (fontanero), José Casal, Francisco Somozo y Miguel Martín (guardias municipales), Eduardo Núñez y Manuel Rey (empleados del Ayuntamiento), Manuel Barranco (guardia), José Mondragón y por último la de José Ramos, que estuvo poco tiempo y luego la casa la habitó Enrique Villaronga” explica Paredes.
Categoría: Os artigos do faiado
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La “ciudad jardín” de A Lomba: El primer gran sueño del nuevo urbanismo de Vilagarcía
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Finou Jose Angel
Compañeiro e amigo do Faiado da Memoria, hoxe iniciou o seu ultimo viaxe deixando un importante oco na sua familia, amigos e seres queridos. Desde o Faiado da Memoria o noso sentido pesame.
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DIARIO DE AROUSA
Por Anton Xil no Diario de Arousa
Antón Xil
Desde o faiado da memoria…Moitos foron e son as persoas que en Vilagarcía de Arousa fixeron e fan un esforzo ímprobo por recuperar e manter activos moitos dos recordos individuais e colectivos que conforman o noso acervo sociocultural e forman parte da nosa historia contemporánea. Pero tan importante como recopilar ese material, estudialo e interpretalo é tamén poñelo en valor e divulgalo. E aquí quen se leva a palma é, ao meu modesto entender, O Faiado da Memoria, entidade que dirixe un tándem excepcional como é o conformado por Margarita Teijeiro e Antonio Caeiro, tanto monta, monta tanto?
O seu traballo aprol do rescate do esquecemento de persoas, historias, figuras, xestos, heroicidades silenciosas, a cotidianidade do pasado ou a nosa intrahistoria fan desta entidade un elemento en si mesmo digno de toda loubanza e apoio por parte da cidadanía arousá.
Agora están con outra ?historia?, a protagonizada pola memoria individual e colectivas de tres persoas que teñen moito que dicir e que contar de Vilagarcía de Arousa como son José Recuna, Cándido Castro e Enrique Vidal (a orde en que vostedes os poñan dame o mesmo porque neste caso a orde dos factores non altera o produto senón todo o contrario, o resultado é fantástico).
O proceso de catarse vai ter lugar este xoves, unha catarsis transversal da Vilagarcía do século pasado con confidencias relatadas polos seus protagonistas que farán que viaxemos no tempo e na imaxinación da man de José Recuna ata as derradeiras veces en que a escuadra inglesa poñía pé no peirado da localidade e protagonizaba aqueles míticos partidos de balompé. Tamén poderemos rememorar aquel vello voo do zeppelin que mantivo a vista de toda a cidade fixa no ceo facendo un seguemento olliplático do paso ralentizado dese inxenio humano que podía flotar no aire ante a admiración dos veciños e veciñas da capital arousá.
Tamén se poderán revivir momentos tristes e complicados e tamén a dor estará presenta no repaso da nosa memoria con Cándido Castro e o propio comisario Enrique León que se mergullarán en acontecementos luctuosos como a explosión da pirotécnica Valladares ou o negro mundo do narcotráfico na Ría de Arousa.
En fin, que sin o traballo, o esforzo e a constancia de Margarita Teijeiro e Antonio Caeiro e o concurso do Faiado da Memoria e o coñecemento de transmisión oral que atesouran persoas como Recuna, Castro ou León quizais o acontecer de Vilagarcía sería, por desgraza, outra historia, ou non?
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A los exámenes, con papel y boli de casa
REPORTAJE no Diario de Arousa de Olalla Bouza en colaboura co Faiado da Memoria
El antaño Instituto Laboral es hoy en día el Colegio Anexo, aunque su imagen ha cambiado o faiado
El curso se inauguraba a golpe de misa rezada (ni siquiera cantada) en la iglesia parroquial y los exámenes aparecían anunciados a bombo y platillo, y con duras instrucciones, en la prensa de la época. Pero nadie duda de que los años de instituto forman una de las partes más dulces de la memoria colectiva e individual y así ocurre también en el caso del Instituto Laboral, que después pasó a llamarse José Calvo Sotelo y, ya en democracia, Anexo.
El instituto de Vilagarcía, como popularmente se le conoce, marcó la vida de numerosas generaciones desde que fue inaugurado, allá por 1931, por el alcalde Elpidio Villaverde, aunque su construcción fue promovida por un regidor anterior, Enrique Rodríguez Lafuente e inicialmente se destinó a escuela con comedor para los niños y durante la guerra a hospital de los heridos.
Fue a mediados de los 50 cuando se convirtió en instituto y son muchos los momentos que guardan con absoluta lucidez los alumnos que pasaron por allí, siendo una de las figuras más recordadas la del conserje don Gonzalo. Roberto Núñez lo describe en el blog de O Faiado da Memoria como ?muy cumplidor, abriendo la puerta del aula y asomándose, sin soltar la manecilla, diciendo: Faltan cinco minutos, don Rodrigo. Y así cada hora, en cada clase, cambiando el nombre del profesor?. El guión solo se alteraba durante las clases que impartía el profesor Miguel Losada, que ?nos freía con apuntes?, recuerda Núñez Porto que indica que entonces el bedel no solo daba un primer aviso, sino también un segundo. ?Ya es la hora, don Miguel?. E incluso un tercero. ?Pasan cinco minutos, don Miguel?.
Horas tediosas entonces que hoy en día constituyen amenos recuerdos para aquellos jóvenes que, eso sí, no conocieron la educación pública. Los ?maestros? de los recortes, y mejor no dar ideas, podrían tomar buena nota de los métodos que se seguían allá por los años sesenta, tal y como aparece reflejado en la prensa de la época que anunciaba la temporada de exámenes recordando a los alumnos que a los escritos debían llevar de casa ?papel tamaño folio y pluma o bolígrafo. Está prohibido el uso de tintero?. En el caso de las alumnas, también tenían que llevar su costurero para ?las Enseñanzas del Hogar? y uniforme para Educación Física.
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Finou Lourdes Poyan
En Pontevedra, Lourdes foi unha das integrantes do Villagarcia Club de Hockey, que chegou a ser subcampeon galego.Lourdes era neta de Daniel Poyan, sobriña de Guillermo, por loxica curman, de todos os Poyan a os que damos noso sentido pesame no pasamento da sua curman
DIARIO DE AROUSA
artigo de Olalla Bouza
No había ?Ronaldinhas? ni discursos oficiales que reivindicasen todavía el interés por el deporte femenino. Pero, sin saberlo, un grupo de amigas aficcionadas a los ?sticks? hicieron historia en la Vilagarcía de los años 30 fundando un equipo de hockey sobre hierba que llegaría a disputar la final autonómica, quedando en segundo lugar.Dirigido por Daniel Poyán y capitaneado por Piluca Conde, que era también delantero centro, el Villagarcía Club de Hockey estaba compuesto por Lourdes Poyán (?Lulú?), Celia Villar Padín (la ?Nena?, que jugaba de interior derecha), Moncha Lorenzo, Mercedes Lorenzo, Piluca Camerón, María del Carmen Conde (delantera), ?Juanocha? Pintos (extremo izquierda), ?Glorita? Conde y Matilde Alonso Cotao, que era la más joven del grupo con solo 14 años.
Cuenta Daniel Garrido en el blog de O Faiado da Memoria que el hockey llegó a las costas gallegas, como no podía ser de otra manera, de la mano de la Escuadra Inglesa y que la idea de fundar el equipo femenino surgió de este grupo de mujeres tras conocer este deporte de la mano de unas amigas de Vigo.
Era tal su pasión, que los entrenamientos los comenzaban a las seis de la mañana en el campo de A Lomba. El uniforme no tenía nada que ver con los de hoy en día. La moda de la época imponía unas largas e incómodas falda pantalón de color azul, una camiseta blanca y botas.
Buenas anfitrionas
Fuera del campo, las jugadoras del Villagarcía Club de Hockey también demostraban ser unas campeonas en cuanto a hospitalidad. Y es que las crónicas de la época destacan la buena costumbre que tenían las arousanas como anfitrionas de pagar un ágape para los equipos invitados.
Narra el Galicia Nueva que tras un partido con el equipo de Vigo, todas las jugadoras se desplazaron al Hotel Cortegada, donde disfrutaron de un té. A continuación disfrutaron de un té en los salones del Nuevo Club, ?reinando gran animación y se puso de manifiesto la gran simpatía que siente este pueblo por la representación femenina deportiva viguesa y haciendo votos porque continúe esta gran corriente de aproximación en el deporte de Hockey?. Fue corta pero intensa la trayectoria del Villagarcía Club de Hockey. Un total de cuatro temporadas a lo largo de las cuales las jóvenes arousanas cosecharon multitud de éxito y llegaron a ser subcampeonas gallegas tras perder un último partido en A Coruña contra el Atlántida Hockey Club. Los aires bélicos borraron de un plumazo los precursores goles.
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Aquilino Iglesias Alvariño
NOTAS SOBRE AQUILINO IGLESIA ALVARIÑO
Daniel Garrido Castromán
A mediados de año 1933, al haberse marchado, don José Núñez Búa a Buenos Aires, le sustituyó en la dirección del Colegio León XIII el poeta don José Crecente Vega, quien ofrece un puesto de trabajo al igualmente poeta don Aquilino Iglesia Alvariño, que entrará a formar parte del profesorado del Colegio León XIII.
Recién llegado a Villagarcía, entabló gran amistad con mi padre, Jesús Garrido Alvarez, relación que habría de tener gran trascendencia en la vida de ambos amigos, puesto que Lola, la hija del maestro de la escuela del ?Porvenir? de Carril, don Ramón Ferreirós, tenía mucha amistad con mi madre y el día 12 de Abril de 1934, fecha en la que contrajeron matrimonio mis padres, conoció a Aquilino, quien, muy pronto comenzó a cortejarla; cuando mis padres volvieron del viaje de novios, Lola les dijo que había sido citada por Aquilino en el Café Casa Blanca, cita que habría de dar un resultado satisfactorio, según veremos más adelante.
Dada la circunstancia de que don Aquilino, aunque había finalizado los estudios de la carrera eclesiástica, todavía no se encontraba en posesión del correspondiente título de Licenciado en Filosofía y Letras puesto que, en aquella época, los estudios del Seminario no se convalidaban. Al mismo tiempo que trabajaba fue haciendo el Bachillerato de dos en dos cursos; los exámenes los hacía en el Instituto de Noya, del cual era director don Alvaro das Casas, que era jefe de ?Ultreya?, las Juventudes del Partido Galeguista. La licenciatura la hizo sin salir de Villagarcía, ya que tenía dispensa de escolaridad y asistía dos días de la semana a las clases de la Universidad de Santiago.
Por lo tanto, para impartir clases en este Centro, el periodista de Puentecesures, don Raimundo García Domínguez, ?Borobó? le prestó el suyo, por cuya cesión le cobraba cuarenta pesetas mensuales.
En uno de aquellos ?Anacos? que este periodista escribía en ?A Nosa Terra?, de cuyo periódico había sido director Aquilino, recordaba que en una de las ocasiones que visitó Villagarcía para cobrar dicha cantidad, a la hora del aperitivo fue llevado por éste a una confitería próxima al puerto, que era el ?Chalet de la Alameda?, donde hacía una tertulia con los amigos que ?compartían más o menos? sus ideas y aficiones. Esta peña se llamaba la ?Peña Alegría? y de ella formaban parte, además de Aquilino y mi padre, Ramón García Briones, ?el proyectista siempre ilusionado del gran puerto de Arousa?; Manuel Pesqueira, el famoso pintor de Lantaño, que había venido de su aldea ?para escribir una carta y echarla al correo?; el consignatario José ?Cañitas? Buhigas; Gerardo Carregal, el jefe de Correos; D. José Pérez Beltrán, párroco de Bamio; Celestino Noya Rodríguez, que había sido Presidente de la Diputación de Lugo durante la República y, después de haber sido depurado como profesor de Instituto y de haber estado una temporada en la cárcel, pasó a dar clases en el Colegio León XIII; Viñas Cortegoso, Inspector de Escuelas, también depurado, que se ganaba el pan gracias su gran dominio de las Artes Gráficas y habría de fundar, con José María Alvarez Blázquez, la ?Librería Monterrey?, y habría de asesorar en sus primeros pasos a la ?Editorial Galaxia?; Severino González Lazán, impresor castellano que había llegado a Villagarcía y, donde antes había estado la redacción de ?Galicia Nueva?, montó un taller tipográfico, la ?Imprenta Celta?, en la calle Ramón y Cajal, y en la que se editaron sus tres primeros libros: ?Señardá? (1930), ?Corazón ó vento? (1933) y ?Cómaros verdes? (1947); don Florencio, el director del Banco de La Coruña; don José Sirvent, representante de máquinas de escribir; y otros contertulios más.
Me contaron una anécdota: Con motivo de la publicación de ?Cómaros verdes, en el año 1947, unos ?aduladores? fueron a comunicarle a Mohamez Ben Mizian del Kasem , personaje de gran influencia con Franco, tamaño atrevimiento. Parece ser que el personaje les preguntó: ?¿Dice algo contra el Gobierno?…¿Hay alguna ofensa a la Virgen?…¿Hay ofensas contra la religión?…? Al haberle respondido que no, pero que estaba escrito en gallego, dijo: ?Hay que dejar que cada región utilice su lengua vernácula para que se conserve?.
Aquilino, como ya dije anteriormente, será el sucesor de Crecente Vega en la dirección del Colegio. Alvaro Cunqueiro había dicho de Aquilino que era el único escritor clásico en Galicia y que hablara en latín con Joaquín Alvarez Blázquez, que era catedrático de Latín en Madrid. Lo que más impresionaba a los alumnos de era que fuera capaz de traducir al gallego a Horacio. Cuando se enfadaba llamada a los alumnos ?desdichado? o ?necio?y, a continuación, les soltaba una frase recriminatoria: ?¡Tus padres partiéndose el alma, para darte estudios y hacerte un hombre tú, empeñado en ser mal estudiante y peor ciudadano!?. Pero lo malo eran los ?capones? que daba en la cabeza con los nudillos.
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O Calexon de Ravella
Donde a o longo do tempo tanta xente pasou por el, a familia do noso Manolo Perez, Manolo Otero vivia ali cando estaba en Vilagarcia con unha tia, Juana Sosin e Meaños…
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Nos anos vinte e trinta
Esta é unha publicacion das festas do ano 1932, anos de unha Vilagarcia na que se prometia esplendor e progreso.