El alumno, Francisco J. Rey Porto, al que corresponde este ‘Boletín de Calificacións’, falleció el pasado día 29 de enero de 2011. In memóriam.
Comentario por Roberto Núñez Porto (09-02-2011 19:59)
Si no me equivoco de persona, Francisco Rey Porto fue el ilustrador del libro de Cultura Industrial escrito por Vicente Lopez Nieto.
Y si asocio bien los recuerdos había instalado Moto-mecánica Ravella en donde ahora está el Banco Etchevarria.
Comentario por Paco Salgado (12-02-2011 12:49)
Paco, no te equivocas. Francisco J. Rey Porto -conocido familiarmente como ‘Pancho’- ilustró el libro de texto que mencionas, de lo que ya dejé constancia en otro comentario. También, como tú dices, en ese local tuvo el taller de reparación de motos.
Pancho, huérfano de padre desde muy joven, hijo de María Luisa Porto Rey (hermana de Ramón Porto Rey, ‘Os taxis da familia’), tuvo una trayectoria profesional muy dilatada. Al abandonar los estudios en la Facultad de Veterinaria, trabajó en el laboratorio de ‘ALMUSO’, en Carril, coincidiendo con D. Manuel Labarta. Su afán por ampliar sus ya vastos conocimientos técnicos de mecánica e ingeniería -adquiridos con carácter autodidacta-, le llevó a trasladarse a Holanda con una empresa constructora de ámbito internacional, con la que participó en la construcción de un reactor atómico y de un puente sobre el mar, entre otras construcciones de cierta relevancia.
A su regreso a Villagarcía, se establece con el mencionado taller de reparación de motos, el cual, al poco tiempo y por razones que no vienen al caso, se ve obligado a cerrar. Esta circunstancia, unida a su inquietud por regularizar sus amplios conocimientos técnicos, le lleva a ingresar en la Escuela de Peritos Industriales de Vigo.
En el año 1965 entra en ?Castro Unión Carrocera Gallega, S. L.?, en calidad de Director Técnico, a cuyas órdenes trabajamos, como delineantes: Joaquín Sampere Rietz, Antonio González Rey, Amando Mosquera Porto y el autor de este comentario. En las navidades del año 1968, Pancho y yo, dejamos la factoría de Villagarcía, al decidir la empresa -cuya razón social ya era ?Unión Carrocera Castro-Caride, S. A.?- trasladar el Departamento Técnico a la factoría de Santiago de Compostela. Y, un año más tarde -en las navidades de 1969-, un nuevo traslado nos lleva a la factoría de Orense.
Pancho, que regresa a la factoría de Villagarcía dos o tres años antes que yo, decide cambiar de actividad, pasando a desarrollar su última etapa profesional en ?Frigoríficos de Galicia, S. A.? ?FRIGASA?.
Francisco J. Rey Porto -conocido familiarmente como ?Pancho?- fue un extraordinario profesional, un excelente jefe y compañero, y un gran maestro para todos los que hemos tenido el privilegio de trabajar con él. Un cariñoso recuerdo a su memoria.
Comentario por Roberto Núñez Porto (12-02-2011 23:32)
Efectivamente, Francisco Rey Porto, era huérfano de padre desde que tenía aproximadamente cuatro o cinco años.
Su padre fue detenido en Villagarcia en Agosto de 1936, y trasladado a la Isla de San Simón de donde al cabo de algunos días fue “sacado ” una noche y llevado en un coche hasta el cementerio de Villagarcia en donde le dieron cuatro tiros y lo dejaron tirado a la puerta. Por la mañana cuando llego el enterrador y lo encontró aun tenía vida, pero a los pocos minutos falleció.
Fue enterrado como desconocido, y su familia se entero de su muerte algunos meses después por un anónimo que le enviaron.
Un tío de Pancho, también fue “paseado” en Villagarcia durante la noche del 15 de Agosto de 1936.
Otro dato para el archivo de la Memoria que muchos de vosotros desconoceréis.
Comentario por luis (13-02-2011 23:24)
Lo que relata Luis, como tantos actos de persecución y exterminio cometidos por la sinrazón, es un hecho brutal e infame. Pero, amargamente auténtico. Absolutamente. En definitiva, triste Memoria Histórica de nuestro pueblo.
Conocía esta historia, ya que se trata de mi familia, aunque confieso que un ?detalle? se me había ocultado. Pues bien, este hecho marcó la vida de Pancho y, naturalmente, la de sus hermanos. Y, en mayor medida, si cabe, la de su madre.
Dejé constancia, en mi comentario anterior, de que Pancho, a pesar de ser un estudiante brillante, había abandonado sus estudios de Veterinaria. Sin embargo, no fue una decisión personal. Alguien afecto al Régimen, y con suficiente poder y peso específico en la Facultad, fue informado de las circunstancias en las que había muerto el padre de aquel alumno. Lo que siguió, es fácil de imaginar. Y aquello, lamentablemente, truncó su vocación de convertirse en veterinario. Ahora bien, puedo constatar que sus conocimientos de anatomía, tanto humana como animal, estaban fuera de toda duda. Del mismo modo, era un estudioso del comportamiento de los insectos: coleópteros y lepidópteros. Un auténtico erudito.
Comentario por Roberto Núñez Porto (16-02-2011 01:48)
Deixa unha resposta