En esta casa estuvo algún tiempo el Ayuntamiento antes de que se inaugurase Ravella. En ella vivió la familia Pereira hasta que se mudó a la actual calle Juan Carlos I emigrando luego a Venezuela y regresando definitivamente en 1991. Con Manolo y Mon Pereira y otros muchos niños, disfruté jugando al fútbol en el atrio de la parroquial hasta bien entrados los años sesenta.
Comentario por javier bouzada (19-09-2009 17:09)
¿Alguien se acuerda de la torre con el molino de viento que habia en esta casa para poner en funcionamiento la bomba de agua ? Quiero decir en la casa de Anduiza.
Comentario por luis (26-04-2009 21:20)
Luis, efectivamente, en los jardines de la casa de Anduiza, otrora clínica de maternidad, existía una torre metálica, de configuración troncopiramidal arriostrada, de unos 6/7 metros de altura, coronada por un rosetón de aspas posicionado verticalmente, que giraba, por la acción del viento, en un movimiento circular radial y en otro axial de orientación. Entre la parte alta de la torre y el rosetón, incorporaba una veleta.
Mediante un sencillo pero efectivo mecanismo, movía el eje del motor que bombeaba el agua del pozo, y ésta se distribuía, a través de las tuberías, a los grifos del jardín y del edificio.
Si amplío un poco más la descripción, seguro que se nos inunda el blog.
Comentario por Roberto Núñez Porto (08-07-2009 01:02)
La pasada noche he dormido mal, muy mal. Desperté a la tres de la madrugada, angustiado, recordando lo que había escrito en el comentario anterior.
Lo correcto es decir, que el agua que elevaba la bomba, pasaba a un depósito de superficie o estanque; desde allí, por medio de una bomba eléctrica, se impulsaba a las distintas dependencias. También es posible que, con dicha bomba eléctrica, se llenara un depósito elevado, desde el que, por gravedad, bajaría el agua y se distribuiría, con la presión suficiente, por los distintos grifos.
Está claro que a ciertas horas, era la una y dos minutos de la madrugada, no se puede aseverar sobre cuestiones técnicas sin haberlo pensado antes. Pido disculpas humildemente, y espero dormir mejor esta noche.
Comentario por Roberto Núñez Porto (08-07-2009 14:49)
En el sanatorio de Don Julián Anduíza nacimos muchos villagarcianos entre 1954 y 1961.
Comentario por javier bouzada (19-09-2009 17:10)
Es verdad, que habia una torre molino en la finca,ya que yo y alguno más subimos a ellas muchas veces,y entra bamos coger fruta saltando la verja,y más de una vez a coger la pelota que entraba en la finca cuando jugábamos al fútbol en la carretera,también se han roto los cristales de la casa de los Herbeiros y salíamos por patas cuando aparecía el Torero y el Croyo guardias muy conocidos y de muy mala leche,era el terror de los niños,o Chantada el cura, rajando la pelota si la atrapaba, yo era uno de esos niños traviesos.
Comentario por anonimo (09-12-2009 13:20)
En esta casa vivía una familia que estaba muy relacionada con la Escuela que tenía enfrente. Pero no recuerdo a los chicos que formaban parte de la tropa del Cole. Cuando se quitó esta foto, la carretera ya estaba adoquinada por gente muy especializada. Antes del adoquín había tierra, que estaba mejor para jugar al fútbol. Yo recuerdo perfectamente el adoquinado de la carretera…
El trabajo fue hecho a conciencia por los adoquineros de Moraña o Cuntis, que eran los que más sabían de todo esto.
Si calculamos que yo pudiera tener diez o once añitos, estamos hablando de más de 70 años, la obra de la carretera. Y hasta diría que todo éso quedó tan bien que no hubo que “remendar” nada, que yo sepa. Esto quedó mejor que otras obras públicas de la época…
Ya dije en alguna parte del Faiado que la obra había quedado muy bien. Quizá el que no se puso contento fue el Cura Párroco, Sr. Chantada Carro. Era este hombre bastante tosco, para vivir entre niños. Y claro, como las casas estaban llenas de niños, siempre había de ése material, para cualquier cosa…
Vivía este hombre muy cercano a la tienda de Lola Pena, la famosa Lola del Cementerio, que la pobre quedó dentro de la Necrópolis cuando cerraron la verja y luego pasó todo aquéllo que sabemos todos. Se dió cuenta que habían cerrado la puerta y ¡Vaya susto para la Sra. Lola Pena! Cerrada en el día de difuntos. No hay derecho, amigos! Era una persona muy mayor de aquélla época para que le sucedan cosas así…
Al lado de la Casa del Cura había un taller de zapatería. Se llamaba Enrique y además, cuando alguien torcía un pie o mano éste hombre llevaba los tendones a su sitio. Con mucha paciencia, pero no se podía pedir otra cosa. La Sanidad en Villagarcía la llevaban poco más de una docena de personas. Andábamos muy mal en esto de la Sanidad. Y pensábamos que lo teníamos todo. Muy mal.
Comentario por E. García – Santiago (02-08-2013 17:41)
Si no recuerdo mal en esa casita blanca vivía la familia conocida por el sobrenombre de ( LA HERBEIRA ), eran muchos hermanos entre los que una era muda. Tambien recuerdo jugar al futbol en la misma calle adoquinada con don Joaquín el coajuctor de don Francisco Chantada, don Joaquín para jugar se remangaba la sotana.
Comentario por Juan Tomás (21-08-2016 13:49)
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